Las versiones sobre una posible venta del sanatorio Castelli empezaron a circular desde hace algunas semanas. La crisis administrativa y las dificultades por las que la institución atravesaba son algo que forma parte de los rumores que se arguyen desde hace bastante tiempo. Sin embargo, ahora cobra otra contextura con la posibilidad de que el establecimiento sea comprado por el grupo administrador del sanatorio San Martín, lo que ocasionaría una virtual situación de monopolio en el ámbito de la salud privada de la ciudad.
El concejal por el Pro, Francisco Paris, viene proponiendo la creación de un ámbito de interacción entre referentes de la salud pública y privada. Es una forma de sanear el mapa de la salud en Venado: encontrar las vinculaciones directas que, por la conformación demográfica y la dinámica misma de las actividades, se establece entre las esferas privadas y públicas, interrelacionadas a través de las prácticas profesionales, la prestación complementaria de servicios o el financiamiento de las obras sociales. Con esa propuesta, también, queda en juego el derecho de la población a acceder a información referida al funcionamiento de las instituciones privadas que tratan con un tema de interés público como la salud.
“Tenemos todo el derecho de preguntar qué están haciendo con nuestra salud. Los privados no manejan su plata, manejan nuestra plata, son administradores de fondos públicos. Si uno hace una recorrida por un sanatorio que le llaman privados, verá que en las camas hay gente que tiene Pami o Iapos. Por supuesto que todos debemos preguntarnos y el Estado tiene que tener una participación de estas instituciones. Hoy día estamos colapsando el servicio público”, dice Paris.
Los conflictos de intereses con las obras sociales, sobretodo aquellas que prestan servicios para pacientes con mayor índice de riesgo, según las definiciones de las propias cartillas médicas, son un detonante de problemas. De hecho, en el caso del Castelli, el Directorio acusa que el origen de su complicación administrativa tiene que ver con una deuda del Pami. La corporización médica-farmaceútica, que tiene un rol fundamental en la vida económica de los sanatorios, no es algo que aún entre en discusión.
“Durante muchos años el sector privado ha abusado de obras sociales públicas, en base a las cuales escalaron y armaron estructura, y tienden a mirar para otro lado o desfinanciarla. Los errores administrativos se ven cuando hay alguna claudicación de estas entidades. Yo creo que el tema de llegar a esta situación no es por dos, tres o seis meses de atraso de Pami. Hay un vaciamiento de a poquito de una empresa que ha perdido socios, capitales, es sistemático y viene desde hace tiempo”, comenta el concejal.
Por el momento, las autoridades de ambos sanatorios pusieron paños fríos a la situación. La inminencia de un escenario de monopolización no es alentadora salvo para los propios beneficiarios del intercambio. “A mí criterio sería muy triste que quede en manos de un monopolio, una misma administración a cargo de toda la salud de la ciudad. Yo veo muy negro el panorama. Uno está haciendo lo imposible para que esto no suceda de esa manera. No es tan fácil la compra de un sanatorio y hay que ser cuidadoso porque en el medio hay gente, hay deudas previsionales, hay una sociedad”, resume Paris.
