La masiva convocatoria del paro y movilización de mujeres del miércoles, que tuvo su versión venadense, dejó una serie de lecturas posibles y análisis de la situación. Sin embargo, apenas pasadas unas pocas horas, se volvieron a conocer casos de femicidios. La violencia machista está arraigada en un plano estructura, macro y micro, de grandes dimensiones y de dinámicas cotidianas.
La importante concurrencia a la marcha que se realizó por calle Belgrano se suma a la producida en el marco de la marcha por la diversidad para dar una imagen novedosa de la vida política de Venado Tuerto. El año pasado, para la marcha del #NiUnaMenos se convocaron poco más de 30 personas. La caladura de la problemática en la sensibilidad social y los fervores mutaron e iniciaron un ciclo en el que las calles de la ciudad cobran relevancia política, algo inédito prácticamente en toda la historia reciente de Venado.
“Es una problemática que está siendo más visibilizada, principalmente por los medios de comunicación. Eso hace que el común del ciudadano se alarme ante la aparición de noticias de esa índole. Hay un cambio en la sociedad de Venado, está bueno que la gente se movilice. En la Municipalidad venimos trabajando desde hace rato este tema. Nuestro enfoque es desde la complejidad, porque en la violencia contra la mujer, hay que trabajar mucho con esa mujer y con la familia. Se necesita de una red de contención social”, cuenta Alejandra Filippetti, secretaria de Acción Social.
El movimiento que genera la marcha, la instalación de discusiones, el cuestionamiento de cliches, lugares comunes, fórmulas remanidas que exudan valores, creencias, prácticas y discursos que consolidan el machismo inherente a las relaciones sociales, permiten abrir un espacio de crisis y critica, la posibilidad de hacer preguntas e intercambios inusuales, formar otras perspectivas, desbaratar los esquemas establecidos, pensar en otros posibles. “Estas violencias tienen que ver con el #NiUnaMenos, no es solamente ir a la marcha. Hay que pelear estas cosas que aparecen en un discurso machista, que muchas veces es tomado por mujeres, que desestiman el relato de niñas y adolescentes. Lo que el poder judicial le transmite es que cualquiera puede hacer lo que quiera con su cuerpo, que lo que cuente no va a ser creído. Y eso deja también una marca social”, agrega Filippetti.
En la Municipalidad se incorporó una abogada para el patrocinio de causas de violencia contra las mujeres. Además, se terminó de remodelar el alojamiento para mujeres mayores de edad que sufrieron hechos de violencia, una instancia hasta ahora vacante en la región. Desde el municipio deslizan que no existen programas ni órganos institucionalizados que bajen desde la Provincia.
“El abordaje es territorial, porque es donde transcurre la vida cotidiana de la persona, no puede ser de otra manera. Cuestionamos cuando nos imponen destinar presupuesto para otras cuestiones que no son competencia exclusiva de la municipalidad y están planteadas de otras maneras. Tiene que ver con desfinanciar una política pública que viene funcionando”, sintetiza.