El cierre de la Colonia de Vacaciones en Murphy fue el pasado 16 de febrero fruto de un enorme esfuerzo combinado de la Comuna de Murphy y el Club Unión y Cultura, así como de otros vecinos que colaboraron. Esta temporada asistieron a la Colonia 250 chicos del pueblo de entre 6 y 12 años que disfrutaron de actividades al aire libre, pileta y deporte en forma gratuita.
El cierre de la Colonia se celebró, como es costumbre, con un campamento en el predio del Club Unión y Cultura de Murphy. Allí los 250 chicos pasaron la noche de campamento, y cerraron la actividad junto a sus familias con un fogón, sketch y juegos.
María Fernanda Bonetto forma parte de la comisión de la Comuna de Murphy junto a Marcelo Camussoni. Es profesora de educación física. Ella informó que “los 250 chicos estuvieron acompañados durante el verano por 8 profesores que los guiaron en las distintas actividades, trabajando el vínculo con la naturaleza, los hábitos saludables, el deporte y la sociabilidad y el aprendizaje como ejes de trabajo”. La profesora Bonetto destacó el trabajo conjunto realizado este año por la comuna y el club, ya que debieron imprimirle un esfuerzo mayor a la actividad, comparado con otros años “debido a que la colaboración de la provincia fue menor, porque nos dijeron que debían colaborar con otras colonias”. En este sentido remarcó que “el gobierno provincial, el año pasado (en el verano de 2017) colaboraba solventando tres sueldos de profesores; pero este año solo pagaron dos. O sea que de los 8 sueldos, 6 los pagaron la comuna y el club”. Agregando que “la Comuna también colaboró con los insumos para la pileta”.
La Colonia de Vacaciones de la Comuna de Murphy y el Club Unión y Cultura de Murphy funcionó durante el verano en forma diaria, de lunes a viernes, y de 9 a 12.
Allí los niños cotidianamente realizaban distintas actividades al aire libre. Juegos, deportes dentro y fuera de la pileta (algunos aprendiendo a nadar con el cuidado de los profesores); contando también con períodos de esparcimiento dentro de la pileta puesto que, como remarcó Bonetto, “la idea es que los chicos sean felices, que aprendan, que disfruten, sin diferencias. Un pueblo que trabaja así con los niños tiene un buen futuro”. Además, aprendieron contenidos vinculados a la vida en la naturaleza. Realizaron un fogón, cocina rústica, cabullería (destreza para hacer nudos); y compartieron con colonias de localidades vecinas como Venado Tuerto y Chapuy.
