(PR/GiulianaGhignone) Sergio tiene 51 años es venadense, se dedica a la electromecánica pero hace muchos encontró su pasión en un rincón de su casa de la infancia, un motín de monedas en una bolsa de plástico que lograr atraer por completo su atención y hoy es un numismático que reconoce en detalle cada una de las piezas que atesora.
“La numismática es una ciencia en sí misma que investiga los hechos históricos que se sucedieron cuando se acuñaron distintas épocas” describe. Así todos los medios de pago a lo largo de la historia son estudiados por esta ciencia. Monedas, billetes y medallas son piezas a investigar. “Al principio juntamos cosas sin saber qué juntamos, luego está el coleccionista que empieza a interesarle y las divide por fechas o imágenes y el numismático puede, o no ser, coleccionista, pero es quien investiga”.
Sergio cuenta que son muchas las colecciones basándose en diferentes criterios y en su caso se interesó por la amonedación argentina “principalmente lo que más me interesó estudiar es la moneda del Virreinato del Río de la Plata y las famosas monedas Patrias de la República Argentina”. Así Sergio tiene expuestas diferentes monedas, muchas de ellas soberanas y explica, con una moneda de 8 reales en sus manos, que “en el virreinato España explotaba los yacimientos de plata y oro que tenía en sus posesiones en América, esa plata y oro las amonedaban. Las primeras no eran circulares, sino que ellos acuñaban de manera muy precaria y se las llaman macuquinas (que en quechua significan “las golpeadas” porque una vez que se alcanzaba el peso indicado se las golpeaban con un martillo, ninguna es igual a otra). Toda esa plata la mandaban a Europa y era una manera de financiar sus guerras”.
“El numismático es un guardián de pedazos de historia, tesoros que los guardamos y armar una colección puede llevar 50 o 60 años”concluyó.
Con dedicación este venadense que integra el Centro de Numismáticos de Venado Tuerto, estudia la historia que involucra a cada una de las obras, muchas de ellas únicas y resguarda otras que aunque no se relacionan de forma directa con su colección las archivó por su extraordinario valor, entre ellas monedas bíblicas o inclusive piezas que han llegado a circular en el continente asiático y de ellas destaca que en China los comerciantes solían marcar con su impronta en cada provincia, era una forma de revalorizar el metal, monedas españolas marcadas por Chinas.
