Durante los días previos a la conmemoración de los 40 años del último golpe cívico-militar, con un contexto cargado de polémica por declaraciones de funcionarios del gobierno nacional poniendo en duda las cifras de desaparecidos y editoriales de grandes medios remozando la teoría de los dos demonios, se colocaron en distintos puntos de la ciudad baldosas recordando a los militantes desaparecidos de Venado Tuerto.
“Este proyecto no es exclusivo de Venado Tuerto. Desde hace unos cuantos años se empezó a llevar a cabo en la Ciudad de Buenos Aires. Fueron las compañeras de Carta Abierta quienes decidieron llevarlo adelante, porque tiene todo su trabajo, en la recopilación de datos y la confección de las baldosas”, dice Victor Ubaltón, integrante de Carta Abierta y colaborador del Instituto Municipal de la Memoria.
Las Baldosas por la Memoria son ubicadas en lugares referenciales que tienen que ver con la biografía de cada uno de los militantes. En la puerta del exNormal está la pieza que recuerda a Alba Garófalo y Eduardo Placci. En el colegio Sagrado Corazón, la que conmemora a Ángel “Tacuarita” Brandazza y a Leonardo Placci, frente al colegio Industrial, la dedicada a Alejandro Pastorini y en el cuartel de Bomberos Voluntarios, la de José Iturralde. El primero de abril serán colocadas las últimas piezas en la vereda del exNacional 1, evocando a Jorge Barrantes, Ricardo Klotzman, Ricardo Machado y María Laura González, Jorge Novillo y Sergio Rúa.
El compromiso encabezado por el Espacio Carta Abierta para concretar este proyecto se encontró con diferentes recepciones por parte de las instituciones locales. “La actitud en la mayoría de los casos fue valiosa y compartida. Como vos decías, esto es corporizar el nombre de los desaparecidos, que fueron vecinos como nosotros. Y es importante en esta ciudad que a veces parece tener memoria selectiva. Nosotros hablamos con las autoridades de los establecimientos educativos, porque la idea era ponerlo donde ellos transitaron. Pero no en todos tuvimos buena receptividad y colaboración, lamentablemente. En Bomberos tuvimos algunas discusiones y en el Sagrado Corazón tampoco tuvimos una receptividad no del todo participativa, por decirlo de alguna manera”, comenta Ubaltón.