En diálogo con PUEBLO Regional, el ministro de Justicia de la provincia, Juan Lewis explicó los motivos por los que el Instituto de Rehabilitación de Adolescentes de Rosario aún sigue abierto (aunque democratizado): una pueblada para evitar su radicación en su nuevo destino, en sintonía con negocios inmobiliarios de privados. La ‘judicialización’ como estrategia.
Firmat- Apenas asumió la presidencia de Estados Unidos, Barack Obama, prometió, en defensa de los derechos humanos, el inmediato cierre del centro de detención que su país tiene en la ciudad cubana de Guantánamo. Sin embargo, mientras lucha por lograr la reelección, la promesa del primer presidente negro del “gran país del norte” no está ni cerca de cumplirse. Salvando las distancias, un compromiso similar asumió el gobierno socialista de la provincia de Santa Fe, con respecto al Instituto de Rehabilitación de Adolescentes de Rosario (IRAR), que también sigue gozando de muy buen estado de salud (lo que paradójicamente va en detrimento de “la salud” de los adolescentes allí “rehabilitados”). Lo cierto es que, según señalan algunos funcionarios, ya se han implementado algunas transformaciones auspiciosas.
Ese reclamo de meter presos a ciertos jóvenes…
En el marco de sendos reclamos en la ciudad de Firmat por “meter presos” a jóvenes con serios problemas de adicciones y de conducta (incluso liderados por secretarios municipales de esa ciudad) PUEBLO Regional abordó el “tema IRAR” dialogando con el ministro de Justicia de la provincia. En su paso por Firmat el funcionario señaló: “Nosotros cuando decimos que el IRAR se va a cerrar tratamos de ser serios, y para cerrar una institución de este tipo hay que dar una serie de pasos y tomar una serie de precauciones, lo que implica que no se pueda tomar esta medida de la noche a la mañana”. En la misma línea el funcionario argumentó que “la posibilidad del encierro la brinda la Ley Penal Juvenil, que incluso está siendo estudiada ahora por el Congreso. De hecho los jueces siguen utilizando instituciones de encierro, y si no existiera una institución como el IRAR, los jóvenes estarían en una situación aún peor, como sucede en otras provincias, o como ocurría hace muchos años en la provincia de Santa Fe, es decir que irían a las comisarías junto con los mayores”.
Una pueblada increíble
Para el joven ministro de Justicia de claro compromiso con la auspiciosa reforma que da apertura y democratiza la justicia penal provincial (torpedeada sistemáticamente, y no siempre con fundamento sustantivo, por los distintos sectores de la oposición), lo que se debe posibilitar es la construcción de edificios que faciliten el desarrollo de políticas socio-educativas para los jóvenes: “Nosotros ese edificio lo tenemos diseñado, el diseño está auditado y lo hemos comparado con los existentes en otros países, y seguros de la calidad que tiene abrimos la licitación y está elegido el lugar donde será la construcción; pero hubo una pueblada de los vecinos de General Lagos para que la zona semiurbana donde se iba a instalar esta institución no sea utilizada, con el argumento de que ‘los familiares de los chicos detenidos podían producir robos en el pueblo y demás’. En realidad lo que nosotros vimos es que había un loteo en el campo de al lado para armar un country o un negocio inmobiliario de ese tipo”.
De todas formas, el funcionario recordó que ese predio estaba destinado para la construcción del edificio de detención desde hace mucho tiempo, por lo cual se siguió adelante con la licitación, “hasta que una medida judicial interpuesta por los vecinos nos obligó a detenerla. Esa medida judicial la ganó la provincia en primera instancia, pero ahora los vecinos fueron a la Cámara. Nosotros en cuanto se resuelva esta situación en la Cámara seguiremos adelante con el proyecto licitatorio para construir en ese lugar un nuevo edificio acorde a las necesidades de la Justicia Penal Juvenil”.
Régimen de vida
El ministro de Justicia santafesino reconoció que más allá de las cuestiones edilicias, la principal preocupación del gobierno provincial pasa por desarrollar un mejor régimen de vida para los reclusos. “Nosotros hemos implementado dentro del IRAR un régimen de vida que es único en el país. Santa Fe es la única provincia argentina que respeta el principio de legalidad para los sistemas penales juveniles, porque no encierra chicos en situación de riesgo. Los chicos que están encerrados han cometido un delito, no están detenidos por ser pobres o estar pidiendo monedas en una esquina. Tampoco se encierra a chicos que sean inimputables o no punibles, y además se ha elaborado un complejísimo sistema para organizar la cotidianeidad, distinguiendo bien cuáles son las funciones de seguridad, las funciones terapéuticas, educativas, culturales y recreativas. Este es un sistema único que está siendo consultado por muchas instituciones”.
Como prueba de la transparencia que se quiere dar a este cambio de régimen de vida dentro de los centros de detención juveniles, Lewis informó que la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Nacional del Litoral, están llevando adelante un monitoreo periódico de la transformación que se viene realizando en el IRAR.
Entrevista Pablo Almena, nota Pablo Salinas
