(PR/Pablo Salinas) Este 30 de octubre se cumplieron 40 años del proceso electoral que lo llevó al radical Ernesto de Mattia al Sillón de Aufranc. Luego sería reelecto en otras dos oportunidades para completar 12 años de mandato al frente de la ciudad.
Con estos pergaminos su palabra tiene peso propio. “Como hombre que ha militado fuertemente en la política, dirigente local y provincial del partido, y funcionario local y nacional, lo que puedo decir es que de las cuatro opciones que tenemos: no ir a votar, votar en blanco, votar a (Javier) Milei o votar a (Sergio) Massa, la única que no vale es no ir a votar”, razonó De Mattia en diálogo con VerTV.
Siguiendo con su análisis planteó que “la gente puede votar en blanco, que tiene valor, votar a Milei o Massa, cuales quiera de estas opciones pueden tomar libremente los ciudadanos. El radicalismo ha dado muestras de que no tiene expresiones egoístas y no quiere hacer ningún aporte condicionante del voto de las personas”.
En este marco, se mostró optimista de “volver a recuperar el partido y espero verlo, para volver a poner un radical en la conducción de los destinos de la sociedad, como ya tenemos en Venado Tuerto con un radical al frente, muy valioso, joven y con un futuro terrible (Leonel Chiarella). En el Departamento General López también tenemos un radical al frente, un hombre joven y con gran importancia en el entramado provincial (Lisandro Enrico), y en la provincia tenemos un gobernador radical (Maximiliano Pullaro)”.
Al mismo tiempo recordó que en otras provincias también la UCR está al frente de la conducción, y evaluó que “el radicalismo tiene muchas opciones para reconstruir su identidad como una expresión nacional. Debe dejar de ser una propuesta tan local y regional y volver a ser una expresión nacional, para no depender tanto de otros candidatos”.
El ex intendente venadense también consideró que “en estas elecciones el radicalismo, si bien fue integrando fórmulas, no lideró ninguna de las opciones”, y puntualizó que “lo que le falta al radicalismo es tomar noción, nuevamente, de la proyección nacional que ha tenido y tiene el partido, y a partir de ahí construir una figura”.
Otro punto que destacó el caudillo radical es la necesidad de que “las transiciones generacionales se hagan con la presencia de los mayores, pero también es preciso abrir paso a las nuevas generaciones, a las que les será mucho más fácil construir líderes sin desgaste”.
En los tiempos que corren de apología de la antipolítica y promoción de las grietas: “Tenemos la obligación de volver a ser una nación unida. Espero que sea en paz, con grandeza de la dirigencia y con resignación de algunos privilegios de sectores de la sociedad. Necesitamos atravesar un proceso de inclusión muy importante para que la gente pueda pensar con el primer cerebro que está en la cabeza y no con el segundo que es el estómago”.
En esta línea de pensamiento el ex mandatario boina blanca concluyó que “hay gente que está inhibida de pensar, porque no sabe leer ni escribir, no tiene información política, no participa de discusiones, las organizaciones partidarias han sido lugares de tácticas electorales nada más y no de deliberaciones de políticas reales. Si no reconstruimos eso, si no hacemos que los jóvenes y los niños tengan una muy buena educación, lugares donde pensar y discutir sus ideas, si no volvemos a recuperar valores éticos y morales, si no volvemos a mirar nuestra cultura como un espacio de unidad, el camino se hará muy largo y muy pesado”.