(PR/Norma Migueles) Esta semana finalizan ciclos, sobre todo para quienes ocuparon cargos políticos o fueron elegidos para cumplir alguna función ante el cambio del partido gobernante.
En ese sentido, el recambio llega también a los directivos del Hospital Alejandro Gutiérrez quienes dejan la función con la tranquilidad de haber trabajado para satisfacer la demanda propia de un nosocomio público, logrando, sobre todo en el último año, incorporar nuevos servicios que evitan que los pacientes de Venado y la región deban viajar a hospitales rosarinos de mayor complejidad.
Sin dudas que el mayor orgullo para Daniel Alzari y Silvana Morelli, director y vice, respectivamente, es que cualquiera de los éxitos obtenidos es un logro colectivo de todo el personal.
En los anales de la historia de la salud regional quedará la labor incesante para contener la demanda producto de la pandemia de Covid-19, donde lo desconocido atentaba contra la lógica. Cada día se sumaban pacientes y se achicaba la cantidad de respiradores, entonces hubo que armar en un quirófano una UTI y salas de emergencia en los pasillos.
Las ambulancias hacían fila en la guardia trasladando pacientes de otras localidades y el hospital de Venado Tuerto los atendió a todos, incluso a quienes venían de otras localidades o provincias. También marco el récord en vacunación, el personal de enfermería llegó a aplicar hasta 3 mil dosis diarias e inoculando a unas 250 mil personas en las distintas variantes.
Cuando la pandemia amainó, se pudo pensar en mejoras, ampliación de servicios con especialidades para los consultorios externos, laboratorios y para el cierre, como no podía ser de otra manera, quedó el mejor de los regalos para la ciudad: la terapia intensiva pediátrica, un servicio que garantiza rapidez en la atención de los niños y evita traslados a las familias.
A modo de cierre de gestión, Alzari y Morelli, indicaron: «No nos vamos, seguimos trabajando en este hospital como lo venimos haciendo desde hace años»; uno como cirujano y la otra como coordinadora de guardia externa de pediatría.
El compromiso
«Para nosotros fue una gestión que tomamos con mucho compromiso de la que salimos fortalecidos. Una tarea que disfrutamos porque tuvimos el acompañamiento de un tremendo equipo de trabajo, no sólo desde la administración, sino con todo el personal de salud que revistan en este hospital, el Consejo de Administración y los jefes de servicios. Hemos estado muy bien acompañados para resolver cualquier dificultad, es por eso que consideramos que todo lo que se logró fue el resultado de una labor colectiva. Es por eso que consideramos que esta fue una oportunidad de demostrar lo que es el trabajo de la salud pública y estamos agradecidos por la confianza de la ministra de Salud, Sonia Martorano, y el gobernador Omar Perotti”, subrayó Alzari.
«Una de las cosas más importantes fue poder brindar la respuesta que dimos en pandemia a Venado Tuerto y la región, incluso a pacientes de provincias vecinas o de otras zonas de salud. También afrontamos la post pandemia, luego nos ocupamos en abrir y ampliar servicios para que los pacientes no se tuvieran que trasladar a Rosario. Para ello contamos con la redistribución de recursos y contratos Covid, que nos permitió ingresar mas personal al Hospital», resumió.
«La frutilla del postre fue sin dudas la terapia pediátrica, porque como pediatra se lo que es estar horas esperando que venga la ambulancia a buscar al paciente, horas buscando un lugar donde lo reciban. Por eso agradecemos que nos escucharan y el 1° de noviembre pusimos en marcha el servicio con ocho cargos médicos terapistas», acotó Morelli, recordando que en la guardia se atienden pacientes de la ciudad y localidades vecinas, con o sin obra social, llegando a atender un promedio de 150 pacientes por día.
Los directivos recordaron que el Gutiérrez se convirtió en uno de los cinco hospitales donantes de la provincia, fortaleciendo la capacitación del personal para mantener esa categoría.
Salud pública para todos
A su vez, Alzari evaluó que «a futuro la salud pública tendrá que dar respuesta a cada vez mayor demanda por la situación social y otros factores. Este hospital está en la vidriera en cuanto al compromiso y calidad de nuestros servicio, aún cuando hay gente que se queja, que tuvo una mala experiencia porque no se le pudo resolver el problema o no tuvo un final feliz, porque son hechos que suceden y seguirán sucediendo porque hay cuestiones que sobrepasan la ciencia».
«Este es un hospital que da respuesta y cualquier habitante de esta ciudad o la región que necesite una respuesta urgente viene a este nosocomio. Esto es algo que se pone en manifiesto en los 17.500 pacientes mensuales que se atienden en nuestro consultorios o la guardia», concluyó.
