(PR) Se trataba de una asignación económica que percibían los obispos. En Venado Tuerto, el padre Martín Cabrera Erro, quién se encuentra a cargo de la Capilla Santa Elena, aclaró que nunca recibieron dinero del Estado.
En un proceso que quedará escrito en las páginas de nuestra historia argentina, la Iglesia Católica dejó de percibir el aporte económico del Estado que se asignaba mensualmente.
De esta manera, concluyó el período de renuncia progresiva, que se había acordado en 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri.
A nivel local, el padre Martín Cabrera Erro, reconocido por su activa participación en numerosas instituciones de la ciudad, explicó que quienes dejarán de cobrar ese dinero serán los obispos. En tanto que las parroquias y por consiguiente los párrocos “nunca han percibido dinero del Estado Nacional”.
“Es más, debemos aportar al Obispado un porcentaje de lo que ingresa como colectas y donaciones”, añadió Cabrera Erro.
En tanto que la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) comunicó que “el último día hábil de diciembre de 2023, se concluyó, conforme a lo establecido en Asamblea Plenaria e informado a la Secretaría de Culto, el proceso de renuncia de los arzobispos, obispos diocesanos y obispos auxiliares a la asignación mensual prevista en la ley 21.950”.
También manifestaron que, a partir de consultas recibidas, “se dio lugar a que los arzobispos y obispos que hayan cesado en sus cargos por razones de edad o de invalidez puedan solicitar de manera particular, con una serie de requisitos, recibir el beneficio de la asignación prevista en la ley”.
Además, el comunicado de la CEA sostiene que «el aporte que realizaba el Estado, cubría solamente el diez (10) por ciento del presupuesto total de la Iglesia y era de gran ayuda para las diócesis más pobres».