(PR/Giuliana Ghignone) El presidente comunal de María Teresa, Gonzalo Goyechea, anunció el cierre del comedor Rincón de Amor. La decisión tiene como propósito acompañar a las 23 familias que asistían desde otro lugar, procurando su independencia y apostando al reencuentro familiar.
«Si por años no logramos que las familias que asisten logren preparar y cocinar su propia comida, algo mal estábamos haciendo y había que cambiarlo”, planteó el mandatario local.
«Esta semana cerramos el comedor Rincón de Amor, no por ajuste obviamente, porque con las necesidades -sobre todo de los pibes- no hay ajuste que valga”, remarcó. «La decisión fue planificada, organizada y se tomó con mucho tiempo de anticipación, buscando respuestas a cuestionamientos que desde años se hacían quienes llevaban adelante este espacio, principalmente, en cómo lograr que coman en sus casas, en familia».
Durante la pandemia, el grupo cambió la estrategia y empezó a entregar viandas. Así, el comedor dejó de funcionar como tal y se convirtió en una cocina centralizada que entregaba 56 raciones a 23 familias, entre niños y adultos mayores.
De todas maneras, reconoció: «Si por años no hemos logramos que las familias a las que se asiste logren preparar y cocinar su propia comida, algo mal estamos haciendo y hay que cambiarlo».
«Los comedores son necesarios para crear hábitos alimenticios y nutricionales, de higiene y sociabilización, pero en los lugares que se puede pasar a otra etapa, y no hablo de ineficiencia, no podemos aceptar que se vuelva algo crónico”, apuntó.
En este escenario, la Comuna llevó adelante un relevamiento para detectar las necesidades de cada persona que recibía asistencia. «A las familias que les faltaban elementos como cocina, garrafa o utensilios se las organizó, se les dio trabajo y se la asiste con alimentos en caso de tener menores, siempre y cuando sea necesario», señaló Goyechea.
«Además, se va a hacer un seguimiento nutricional de cada pibe, permanente y estricto. En María Teresa nadie puede pasar hambre y no permitiremos que se vulneren los derechos a la niñez”, resaltó.
Por otra parte, mencionó que hay seis personas con limitaciones físicas y para ellos cocinar puede ser una actividad riesgosa ante posibles accidentes por lo que se les seguirá entregando la vianda desde la Residencia de Adultos Mayores.
“Cerramos, pero para mejor”, aseguró.
