El gobernador Maximiliano Pullaro puso en foco el impacto económico que implica para el Estado el pago de los reemplazos. El mandatario provincial indicó que «el año pasado sobre 400 mil millones de pesos que se pagaron de salario a los docentes, 100 mil fueron de reemplazos -monto que proyectado en este año serían 250 mil millones de haberse mantenido las mismas condiciones-, que tuvo un impacto del 32 por ciento más en la masa del total». Son datos que se desprenden de un informe presentado esta semana por el Ministerio de Educación.
Pullaro marcó que «la suma total de los reemplazos docentes otorgados sólo en octubre del año pasado, sumaron 86 mil días, lo que equivale a 235 años». En tal sentido, puso como ejemplo que «en total se otorgaron 18 mil días por cuidar a la suegra, al sobrino o al tío”. En la misma línea, insistió en la magnitud de las cifras. «El ausentismo en nuestra provincia duplica y hasta triplica a los de otros distritos», enfatizó. Remarcó que mientras en Santa Fe el año pasado reemplazar a docentes que no fueron a trabajar implicó para la provincia tomar un 25 por ciento más de personal, por la misma situación en la provincia de Buenos Aires se necesitó un 12 por ciento más. Las declaraciones del gobernador se dieron en el marco de la presentación del programa Abre Escuelas.
Respecto al ausentismo, reconoció que «no todos los reemplazos son injustos o que no se tengan que seguir llevando adelante, porque hay personas que por su función tienen problemas de salud». De todas maneras, sostuvo que «las irregularidades no son culpa de los docentes ni de los maestros. Quiero ser muy claro: es culpa del sistema, porque acá hubo un sistema que permitió esto».
Más recursos para el sistema
Durante una rueda de prensa, Pullaro recordó que «este gobierno y este equipo se comprometió a administrar de manera eficiente los recursos del Estado, y eso es controlar y comprometernos». «Si nosotros ahorramos esos 250 mil millones de pesos este año, van a quedar en el sistema educativo, y servirán para premiar a los que van a laburar, a los que no faltan», agregó.
En la misma línea, aclaró: «Entendemos que algunos puedan, en algún momento, tener que cuidar a algún familiar, pero creemos que al no haber controles en los últimos cuatro años se cruzó la línea y se quebraron límites y eso lo pagamos todos, porque después nos pasa como en 2023, cuando teníamos 235 escuelas que no tenían gas y que no empezaban las clases por eso. Y esto tiene que ver con el descontrol del sistema, y este gobierno va a poner mucho esfuerzo en controlar y también acompañar a los que quieren trabajar, porque hay docentes que aman su profesión y a esos los vamos a priorizar y son los que con nosotros van a mejorar hasta su salario».
Entre otras medidas que se están llevando adelante, a partir de este informe, se modificó el formulario de Declaración Jurada de familiares a cargo y se informó a todo el personal que sólo podrán cargar en el sistema los que cumplan con las disposiciones vigentes. Las excepciones deberán tratarse personalmente.
Además, se están realizando estrictos controles sobre las licencias por enfermedad del personal docente, que implican auditorías médicas aleatorias en domicilio y consultorio, y la incorporación del sistema de alerta por reiteración de pedidos de licencia del mismo docente.
Por último, se puso un límite al otorgamiento de licencias en este punto: se dejó sin efecto el artículo 500-5 que posibilitaba pedir licencias en la emergencia por Covid y que seguía vigente. Y se circunscribió el otorgamiento de licencias por Artículo 60, de causas no previstas, a lo estrictamente reglamentario. Esto es porque se detectó que se daban licencias para realizar viajes o no se identificaban motivos.