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Terminó el juicio al entrenador físico y la fiscal pidió 35 años de cárcel 

(PR/Norma Migueles) Con la presentación de los alegatos de cierre finalizó el juicio al entrenador físico acusado de 9 nueve casos de abusos de niñas menores de edad. Hechos ocurridos entre el 2008 y 2021. La Fiscalía pidió 35 años de prisión, en tanto que el acusado ejerció el derecho de dirigirse al tribunal alegando inocencia en todos los casos y la defensora por su parte, pidió desestimar un testimonio por prescripto, cambiar la calificación de abuso sexual con acceso carnal por estupro en otro y bajar la calificación de los otros siete. 

Durante poco más de siete horas en los Tribunales de Venado Tuerto (comenzó a las 8:15 y terminó a las 15:30) la fiscal Florencia Schiappa Pietra, la querellante Ana Regidor y la defensora Melisa Andreatta, presentaron ante el tribunal integrado por los jueces penales Lorena Garini, Benjamín Révori y Aldo Baravalle, un resumen de lo que consideraron probado en el debate que empezó el 27 de febrero pasado, con 56 testigos, entre lo cuales también estuvieron las víctimas ya mayores de edad.

En esta oportunidad estuvieron en el recinto familiares de las víctimas, testigos que pasaron por el estrado y una de las chicas, que hoy ya es mayor de edad, asistiendo al cierre. También se hicieron presentes concejales de Ciudad Futura, la edil Florencia Giacometti es integrante del movimiento feminista de Venado Tuerto y abogados del foro.

Antes de los alegatos, el acusado Guillermo C. un hombre de 54 años de edad, hizo uso de la palabra alegando su inocencia y nuevamente, tal como hizo en el inicio del juicio, apeló al sentido místico religioso llevando consigo una biblia y asegurando que estaba “tranquilo y en paz”, por otra parte reiteró que no pudo acceder a una defensa adecuada. Con palabras firmes y evidenciando ese tono de autoridad que tanto temían sus alumnas amplió la declaración inicial y sobre todo volcó en los progenitores la responsabilidad de no haber cuidado a sus niñas, dejando siempre “en manos del creador el derecho de juzgarlo”.

La fiscal Florencia Schiappa Pietra detalló una por una las nueve causas y la calificación según el daño percibido por cada una de las niñas: abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores en dos casos. También se le endilgó la autoría de cinco hechos de abuso sexual gravemente ultrajante; un hecho de abuso sexual con acceso carnal y un hecho de abuso sexual simple. Todos estos ilícitos también son agravados por ser encargado de la educación.

Solicitando una pena de 35 años de prisión, a la cual adhirió la representante de la querella.

Por su parte la defensora, en primer lugar aclaró que su cliente siempre tuvo asistencia legal, al inicio con un abogado del foro, posteriormente en la etapa intermedia con la defensora pública Silvia Couselo y para el juicio la suplió Andreatta por razones de salud de su antecesora.

Andreatta, también hizo un rápido análisis de cada uno de los casos, solicitando al Tribunal la desestimación de una de las causas por considerar que había prescripto el delito, también pidió bajar la calificación de corrupción de menores en dos casos y gravemente ultrajante en cinco. Además, cuestionó la calificación de abuso sexual con acceso carnal en el caso de una de las niñas bajándolo a Estupro, por ser al momento de los hechos mayor de 13 años. La defensora sumó al alegato la declaración de inocencia del entrenador.

La querella

Ana Regidor afrontó el desafió de demostrar al Tribunal que su defendida, quien sufrió abuso sexual con acceso carnal, en reiteradas oportunidades, considerando que fue doblemente víctima del acusado. Señalando que la joven de 13 años de edad transitaba una situación de vulnerabilidad ya que hacía un año había sufrido una violación y no había podido decirlo a sus padres, con quien tenía una relación tirante propia de la adolescencia y su único “salvavidas” era el deporte en ese entonces.

Según expresó Regidor esta situación la convirtió en una víctima ideal para el desahogo sexual de su entrenador, quien comenzó con los abusos progresivos hasta llegar al acceso carnal. Le brindó protección y amistad agrandando la brecha en la relación con los padres e invalidando su autoridad, al punto que ella misma admitió que lo veía como confidente y figura paternal.

Por otra parte, se mostró controlador y celoso de las amistades de la niña, incluso cuando ella se negaba a tener relaciones se mostraba violento y la amenazaba con dejar de entrenarla: con este sistema, señaló la querella, dominaba la voluntad de la chica y la alejaba de la familia. 

El fallo

El tribunal dará a conocer el fallo la semana que viene, debiendo dilucidar los planteos de las partes, que en esta instancia hicieron reservas de apelar en el caso de que el resultado no sea satisfactorio.

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