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Brotes verdes en Seguridad

pullaroEl ministro Pullaro lo atribuye a la mayor presencia policial en calles, prevención del delito urbano por capas y la coordinación con fuerzas federales. El uso de la tecnología para el control de la calle.

Una mayor presencia de móviles y fuerzas policiales en la ciudad trajo como consecuencia una mayor sensación de seguridad y una disminución de denuncias por delitos contra la propiedad ante el 911.

 “La tecnología nos permite planificar una política pública y corroborar si se lleva adelante” señala el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, en su despacho rodeado de pantallas que permite observar el movimiento de los móviles en el nuevo sistema de cuadrículas, cómo se mueve el mapa del delito e imágenes de las principales esquinas de la ciudad.

 Mucha tecnología, nuevo sistema de patrullajes, traslado de los detenidos de comisarías al Servicio Penitenciario, coordinación semanal con fuerzas federales, incautación de cientos de armas en las calles, han permitido en los últimos meses tener mejores indicadores en materia de seguridad. El propio Pullaro asegura que bajó 30% las denuncias de delitos contra la propiedad al 911; pese al alto número de homicidios que tuvo La Capital en 2016, hubo caída en el segundo semestre mientras que siguen siendo altos los arrebatos en la vía pública y se ha diversificado el negocio de la droga en toda la provincia.

 —¿Se observan más móviles policiales en la ciudad?

 —Desde fines del año pasado tenemos 90 unidades circulando por la ciudad en un esquema de patrullaje y prevención sustentado en el sistema de cuadrículas previsibles territorialmente y ajustables en base al análisis del mapa del delito.

 Tenemos tres capas de trabajo con recursos y tipos de prevención diferenciados. En la capa uno, cada cuadrícula tiene al menos un móvil de patrullaje las 24 horas, autos controlados desde el 911 que detecta si está parado más de 20 minutos y dispara un aviso. Esto evita los autodormitorios. Esta malla es de patrullaje preventivo. La capa dos son móviles en apoyo a los primeros en zonas donde se dispara algún tipo de delito. Es un trabajo más estratégico y táctico. La capa tres ya son dispositivos u operativos policiales para atender situaciones extraordinarias como eventos masivos programados o para cumplir custodias y órdenes judiciales.

 Los problemas climáticos más los problemas por inundaciones en el cordón suroeste y noroeste de la ciudad nos complicaron en el primer semestre del año pasado, pero con políticas focalizadas logramos contener el delito en el segundo semestre y el desafío ahora es reducirlo. La ciudad capital fue la única de la provincia que en términos anualizados no se redujo el índice de homicidios, aunque se desaceleró en el segundo semestre. Este año llevamos uno solo (la entrevista fue el día 19).

 Tenemos políticas focalizadas en los lugares donde había más delito con fuerte presencia preventiva y activa, y tratando de evitar que ese delito no migre a otras zonas. El policía no sólo debe estar en la calle, sino que debe tener un nivel de identificación de vehículos y de personas determinado en cada uno de los cuadrantes. Controlamos en función de los llamados que el propio efectivo realiza al 911 para saber si la persona tiene antecedentes, pedidos de captura, etc.

 La tecnología nos permite planificar una política pública y ver si ésta se lleva realmente adelante.

 —¿Hay menos denuncia de delitos?

 —Sí, en los últimos tres meses tenemos un 30% menos de denuncias de robos calificados que es el delito de mayor impacto, así como de robos. No pudimos golpear fuertemente el hurto, el arrebato. Es más complejo, porque generalmente el autor no lleva armas, no va armado.

 —¿Han desactivado bandas grandes en esta capital?

 —No demasiadas, porque acá el delito es más ocasional. Desactivamos dos bandas de rosarinos que venían a robar a Santa Fe. Nos adelantamos a otra que estaba por hacer un golpe muy importante con la inteligencia ya realizada. Observamos que acá el delito es más ocasional, más de oportunidad, no algo tan planificado como en el conurbano bonaerense con entraderas, con logística previa. Ese delito que padecimos en el primer trimestre en Rosario, acá no se dio o no se vio.

» Tenemos un plan preventivo de patrullaje por cuadrante donde hay al menos un patrullero circulando las 24 horas en cada zona”.

Maximiliano Pullaro, ministro de Seguridad

Marginalidad cruzada

 .El otro dato es que las víctimas de homicidios son jóvenes.

 —Sí pibes de entre 18 y 30 años, franja etaria mayor a la de Rosario, pero son jóvenes. Hay marginalidad cruzada con violencia. Hubo mucho recupero de armas, tanto en la provincia pero particularmente en la ciudad. Fueron casi 1.200 el año pasado. Veo los partes diarios y ha cambiado la ecuación. (Se detiene y lee en la computadora el del día). Hoy capturaron cuatro armas en la calle en 12 horas.

El otro cambio importante y que se va a sentir positivamente es haber sacado a los detenidos de comisarías y llevarlos al Servicio Penitenciario. El cambio va a impactar en la cultura institucional de la policía. Ganamos en capacidad operativa, ya que teníamos personal en una función no natural del policía que era controlar presos. (Pullaro aspira a que nunca haya más de 30 detenidos en las comisarías de La Capital y para ello se espera que terminen módulos transitorios en el Instituto Correccional de Las Flores). Llegamos a tener 2.500 personas detenidas en comisarías de toda la provincia. Hoy tenemos 700 entre comisarías y alcaidías, de los cuales 100 están en Melincué. El detenido dentro del Servicio Penitenciario está dentro de sistema, cumple horarios, rutinas. En la comisaría no hace nada y el policía termina estresado y siendo un empleado del preso.

 El recurrente problema de la droga

La presencia de la droga se ha extendido a todo el territorio provincial y Pullaro lo sabe, admite que es un negocio que dispara otro tipo de delitos y que se requiere revisar la estrategia para enfrentarla.

“El año pasado, tuvimos récords de allanamientos y de incautación de estupefacientes. Puede ser un dato positivo, pero nosotros no lo leemos así. Hay que hacer mucho más porque es un flagelo que avanza, todavía no está contenido. Avanza en Argentina y en Santa Fe, aunque tal vez hoy nuestra provincia no sea el eje nacional como fue tres o cuatro años atrás. En Santa Fe, se logró desestructurar el delito más complejo en tráfico de drogas. Te pido que me nombres una banda criminal dedicada al narcotráfico en Santa Fe y tal vez te cueste identificarlas. Hace tres años me decías Carlos Ascaíni, Aldo César Orozco, Los Monos, el Pollo Bassi, Popea, Delfín Zacarías, Villarroel, había 20 nombres. Hoy es más difícil, no significa que haya menos droga; está más atomizada la venta, el tráfico y se hace más difícil combatirlo. Hay que empezar a analizar la ley de narcomenudeo. La complejidad de la organización está pero en un marco nacional. Días atrás, quedó claro cómo Corrientes triangulaba marihuana a distintos lugares del país. Muchas investigaciones muestran a Corrientes, no a Santa Fe, como centro de distribución de marihuana.

Si la provincia quiere pelear contra esto tiene que empezar a evaluar otros caminos, otros tipos de políticas. Hoy no tenemos la concentración que teníamos años atrás en Santa Fe, Rosario y otras ciudades, pero tenemos extendido el negocio en toda la provincia. Hay que ver cómo la enfrentás con la actual estructura de la Justicia Federal, no se llega. La Justicia Federal mira la estructura compleja y desde la provincia le das 20 puntos de venta. También el tráfico internacional se ha atomizado. No está cartelizado. Hay muchos proveedores desde Bolivia, Paraguay, Perú que ingresan drogas a la Argentina. Ese es el problema, no tenés cuatro cabezas sobre las cuales ir y esto trae más violencia en la marginal

 Colombi

Tras el incidente del gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, con un operativo de policías santafesinos en Goya, Pullaro asegura que no volvió a hablar con el mandatario. “Tuve una discusión fuerte. Colombi lo que pedía era -con estas palabras lo decía- que liberemos a los presos. Le decía que no eran presos y que no los podíamos liberar porque se caía la investigación. En la charla que tuvo conmigo estaba preocupado por los testigos que habíamos llevado a Goya desde Corrientes. Esa es la visión que yo tengo. Le preocupaban los testigos y los padres. En ningún momento me reclamó otra cosa que dejar en libertad a los testigos”, aseguró.

 La relación con la Nación

 Pullaro afirma que en materia de seguridad la relación con el gobierno federal “está muy bien” y se cumplen los acuerdos. Desde principios de año, el Comando Operativo Conjunto se ha trasladado desde Rosario a Santa Fe. “Cuando vino (Sergio) Berni trajo 3 mil gendarmes a Rosario pero hacían una cosa y, tal vez, la Policía santafesina hacía lo mismo. Ahora, hay tres mil federales en toda la provincia, pero hay una mesa de coordinación donde se planifica en forma conjunta. Tenemos 23 mil policías y el mayor esfuerzo es el nuestro, pero la colaboración es muy importante porque se planifica de manera conjunta. Llevamos adelante un operativo y tenemos siempre fuerzas federales en la planificación y operación conjunta. Tenemos reuniones semanales de trabajo”, asegura.

Fuente El Litoral

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