(PR/Norma Migueles) Este viernes, en horas del mediodía, se libró el oficio para que Juan Alfredo Dabove recupere la libertad. Condenado a 11 años de cárcel, «Fredy» transitaba la orden del tribunal de permanecer en prisión preventiva en la Alcaidía de Melincué.
Cabe recordar que la libertad fue otorgada esta semana por la Cámara de Apelaciones, desde donde se valoró que «no existía el riesgo de fuga» que plantearon la querella y la Fiscalía en la audiencia de medidas cautelares.
Por su parte, los defensores Arsenio Domínguez y José Marchisio alegaron que el estado de inocencia no fue invalidado por la condena en primera instancia y destacaron que el tribunal no valoró el ofrecimiento de una fianza.
La causa volvió al tribunal integrado por los jueces Leandro Martín, Silvina Marinucci y Aldo Baravalle, quienes este miércoles establecieron una fianza de 60 mil dólares y la tutela de dos personas, su actual pareja y su ex suegra. También se establecieron reglas de conducta tales como firmar una vez por semana en la comisaría, no salir del país, no acercarse a la ciudad de Teodelina donde viven su ex pareja y sus hijos y no poseer armas de fuego, entre otras. Para la fianza, se fijo caución sobre un inmueble ubicado en la localidad de Maggiolo y una caja de ahorro en dólares propiedad del abogado defensor.
Cumplimentadas las tramitaciones administrativas, poco después del mediodía, Dabove fue recibido por sus familiares ya en libertad.
Ahora, la próxima instancia será la audiencia de apelación a la condena interpuesta por la Defensa que, se estima, se concretaría antes de fin de año, ya que la Cámara debe constituirse con un con-juez de Rosario.
Causa Controvertida
Juan Alfredo Dabove fue condenado el 19 de julio pasado a 11 años de prisión, tras haber sido hallado culpable por abuso sexual agravado en perjuicio de su hijo menor de edad, hecho denunciado en 2020.
Esta causa fue controvertida desde sus inicios cuando ingresó al Juzgado de Familia. Luego se fue agravando en cuanto a la calidad de las denuncias, lentamente, acompañado por el sistema penal. De hecho, la causa pasó por las manos de tres o cuatro fiscales, quienes nunca solicitaron -en los cuatro años de la investigación- que el imputado perdiera la libertad. En tanto, en la audiencia cautelar los fundamentos de mayor peso los proporcionó la querella.
En el medio hay niños vulnerados, no sólo por los hechos denunciados, sino que esta causa ya hace tiempo tomó estado público con nombre y apellido, algo que siempre se trata de evitar, no en protección de los condenados, sino de las víctimas menores.