domingo 12 enero 2025
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Martín Simeoni, de los zonales sobre tierra al Turismo Pista, una categoría nacional en ascenso

(PG/Gustavo Brianza) Desde mitad de la década pasada, el piloto de Venado Tuerto, Martín Simeoni, está construyendo, temporada tras temporada, una muy buena carrera deportiva dentro del automovilismo. Iniciándose en los zonales de tierra hasta la actualidad, que lo tiene en el Turismo Pista una de las categorías nacionales que más ha crecido en los últimos años. Afianzado en la Clase 1, todas las expectativas están centradas en este 2025 cuyo objetivo personal es ser protagonista y pelear el campeonato.

Sobre sus comienzos, en diálogo con Pueblo Regional, manifestó: “Empecé con un Fiat 128 en el zonal de tierra, desde el vamos, al auto lo hicimos nosotros sin muchas ideas, corrimos un año, después tuvimos un accidente medio grande, un vuelco y lo armamos de nuevo, íntegro. Esa vez (Carlos) Potetti nos dio el motor, peleamos el campeonato y terminamos segundos”.

“Al año siguiente, saltamos al pavimento en las Agrupadas, debutamos y otra vez un accidente; hice el auto de nuevo y en 2015 salimos campeones de la Clase 2”, agregó. A continuación, llegó el turno del Car Show Santafesino, una divisional importante porque aparte del Fiat 128 corrían el Uno y el Duna. “Siempre terminábamos entre los primeros puestos, era una linda categoría con más de 50 autos”, recordó.

“En 2017 empezamos a preparar un Gol Trend que nos llevó tres años hacerlo y lo terminamos en 2020. A la temporada siguiente (2021) obtuvimos el campeonato TS Clase 3. El campeonato 2022 lo iniciamos ganando las dos primeras fechas y ahí nomás nos llamaron para ofrecernos un Ford Fiesta para correr en la Clase 3 del Turismo Pista; nos daban el vehículo y nosotros teníamos que pagar algunos gastos”, destacó.

En esa línea, agregó que luego de probar en las últimas fechas y no estar a la altura que deseaba, decidió parar hasta que compró el Fiat Uno; vehículo que desarmó, lo hizo todo a nuevo y así debutó en Toay, La Pampa, en 2023, a mitad de la temporada.

“Lamentablemente, sufrí el peor de los accidentes que tuve. El auto quedó destruido, encima venía pagando cosas, así que hizo imposible seguir corriendo el resto del calendario. Entonces, me enfoqué en 2024 y terminé el Uno para la segunda carrera de la temporada. En ese momento, me tracé como objetivo participar en la mayor cantidad de carreras posibles, básicamente, para conocer los circuitos hasta que tuvimos algunos inconvenientes con el rendimiento del motor e hicimos un alto después de Paraná por ese motivo”, detalló.

“Como tengo mucha amistad con Carlos Potetti, que siempre fue el encargado de hacerme los motores, me dio el que tiene de repuesto Nicolás Ruiz, quien hoy nos acompaña en las carreras y es una muy buena persona que tuvo ese enorme gesto. Fue así como nos presentamos en Rosario, donde ganamos la serie y pudimos dar un salto de calidad enorme, respecto cómo veníamos”, continuó.

Tras la experiencia en el “Juan Manuel Fangio”, donde la caja le impidió coronar un buen fin de semana, llegaron las últimas cinco competencias del año (que tiene diez fechas en total), terminando siempre entre el quinto y el décimo puesto.

Pensando en este año, anticipó: “Ese rendimiento nos deja tranquilo para lo que será el 2025, con muchas ganas de poder arrancar la temporada de la Clase 1 en febrero y disputarla de manera completa. La intención es poder pelear el campeonato, esperanzados por cómo terminamos las últimas carreras”.

Respecto a la preparación del Uno, a excepción del motor que lo hace Potetti, el resto corre por cuenta del propio Martín Simeoni. “Fuimos aprendiendo, hubo mucha gente que nos fue dando una mano explicando cosas y brindando sus conocimientos, así que actualmente todo lo que tenemos en el auto pasa por nuestras manos. Después hay que sentarse y hacer lo mejor posible en cada carrera”, subrayó.

Sobre los anunciantes y personas que lo acompañan en este proyecto, mencionó: “Cuento con la inmensa fortuna de tener una familia que me banca siempre, mi papá que es dueño de la empresa Turbión me da una mano grande respecto al apoyo económico para poder correr; mi esposa, a su vez, es fanática del automovilismo y tenemos el sponsor de su local que es Punto Dulce y en este último tiempo, gracias a Dios, se acercó mucha gente de Venado Tuerto que se interesó en apoyar el proyecto, así que a ellos también les estoy muy agradecido”.

“Como estructura somos pocos, porque este tipo de carreras son medio complicadas por el tema de los tiempos, porque los jueves hay que estar sí o sí en los circuitos. Pero en el equipo están mi papá, mi señora, y un amigo que es como un tío para mí que es el “Gringo” Lazzaroni, quien nos acompaña todas las fechas. Este año fuimos los cuatro a todos lados”, valoró.

“Soy un afortunado de poder hacer lo que me gusta, que mi familia me acompañe y me apoye. Haber empezado a correr en tierra y poder estar peleando carreras a nivel nacional con un auto íntegramente hecho por nosotros y compitiendo con grandes estructuras, tiene un doble mérito, tanto en lo personal, en lo deportivo y como equipo”, concluyó.

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