(PR/Pablo Salinas) Un año difícil atravesó el rubro de la construcción en 2024, con una fuerte retracción a nivel nacional. La venta de insumos para la construcción cerró el año con una caída acumulada del 27,2%, fruto de la suspensión de la obra pública y del encarecimiento relativo de los materiales asociados a la apreciación del peso. También cayó el empleo en el sector a lo largo de todo el año.
Según los últimos datos difundidos por el Índice Construya (IC), que mide los volúmenes de productos vendidos al sector privado para ese rubro, se registró una caída del 6,6% interanual en diciembre de 2024 y una disminución del 1,2% respecto de noviembre, en la medición desestacionalizada.
El balance es similar en el orden local. Desde el corralón de materiales Ladrillos Vélez, señalaron que llevan registrado entre enero de 2023 a diciembre de 2024 una baja de 25% al 30%, incluida las obras públicas.
De todas formas, se mostraron confiados en que “a partir de febrero o marzo se produzca una recuperación de manera gradual. Creemos que el proceso de recuperación será lento, asociándose a la reactivación de obras privadas, debido a la expansión de créditos hipotecarios”.
Diciembre complicado
Marcelo Orso, de la firma Construshop, comenzó por considerar que “diciembre fue un mes muy complicado este año, porque los feriados cayeron martes y miércoles, y eso para un corralón es muy complejo, porque abrís el lunes, cerrás martes y miércoles, y volves el jueves, entonces es como que la semana está perdida. Es decir que fueron dos semanas mortales para la construcción porque los camiones no alcanzaban a cargar y descargar, entonces era un caos. Es decir que en diciembre bajaron las ventas por ese motivo”.
El empresario recordó que “el año pasado fue peor que este. Entre diciembre y enero estábamos muy preocupados porque fue mucho mayor la bajada de ventas que este año.
Fue un caso muy extremo, veníamos con un pico de ventas terrible, porque a la gente le quemaba la plata en la mano, porque el peso se devaluaba todos los días, entonces invertía para protegerse de los aumentos, y compraba, aunque no le hacía falta”.
En este marco, consideró que “se terminó la bonanza de la locura de ventas, y lo bueno de lo que está pasando estos últimos meses, de marzo hasta ahora, es que las ventas son genuinas. Hoy lo que se mueve en la construcción es por necesidad, antes era por desesperación”.
Orso también reconoció que “hay artículos que bajaron su precio, por ejemplo, el hierro. Las chapas llegamos a vender a 20 mil pesos el metro y ahora está a 10 mil pesos. El año pasado fue una distorsión catastrófica”.
En este marco, evaluó que “con la apertura de la importación y la baja inflación, se comenzó a vender como corresponde y se empezaron a normalizar las cosas. Ahora hay competencia, mejores precios, la gente compra tranquila lo que necesita. Antes se beneficiaba el proveedor y ahora se beneficia el cliente”.
El empresario se mostró optimista sobre el futuro del sector, “creo que en febrero o marzo esto va a repuntar y si comienzan a salir los créditos hipotecarios, tengo mucha fe de que todo va a mejorar mucho”.
Haciendo un análisis del presente, el titular de Construshop razonó: “Hoy tenes que manejar finitos los números, ser competitivo, bajar los costos. La cabeza de un año atrás y la cabeza de hoy para manejar un negocio es blanco y negro. Son dos cosas totalmente distintas. Para mi fue más negocio el modelo anterior, pero prefiero este, porque ahora puedo trabajar tranquilo, antes era un caos, nunca sabías si le pegabas o te hundías. Antes la inflación tapaba todo, ahora tenes que ser eficiente sí o sí, porque si perdes plata no la recuperas más”.
Cuestión estacional
Desde A&C Materiales el balance fue similar al de sus pares del rubro. Carlos Arreguy, uno de los propietarios de la firma junto a Sergio Costanzo, describió que la caída de ventas en el mes de diciembre se debió a una cuestión estacional, y haciendo la comparación con el año pasado, recordó que el contexto inflacionario era incontrolable en diciembre de 2023, y que se cobraron sobreprecios extraordinarios ante la falta de cotización de los materiales por parte de los proveedores.
Para el empresario, el actual contexto, con una inflación más estable y la posibilidad de que comiencen a surgir créditos hipotecarios con tasas de interés más accesibles, favorecerá un repunte de todo el sector de la construcción.
Sin embargo, fue un poco más cauto en cuanto a los tiempos para este repunte, y consideró que la retracción comercial se podría mantener durante enero, febrero y la primera quincena de marzo, para luego sí comenzar a notar una reactivación de las obras.
La principal variante que observan los empresarios del área está basada en que las compras de materiales se realizan en la actualidad para cubrir una necesidad y no como una inversión especulativa, como ocurrió al cierre del año pasado.