(PR) Hoy, 20 de agosto, se celebra en Argentina el Día del Activismo por la Diversidad Sexual en conmemoración al natalicio de Carlos Jáuregui. Este hombre, fue el primer presidente de la comunidad Homosexual Argentina (CHA), encabezó la primera marcha del Orgullo Gay Lésbico en Buenos Aires, fundó la Asociación Gays por los Derechos Civiles y es autor de la influyente frase:
«En una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política».

En ese marco, Yuliana Aguilar, activista y coordinadora del Centro de Día LGBTIQ+ de Venado Tuerto, compartió con Pueblo Regional su mirada sobre el estado actual de la lucha: «Nunca nada nos fue fácil, nosotras nunca estamos en la agenda política y tenemos que pelear para que las leyes ya adquiridas se cumplan y dejen de cuestionarse. Tenemos cupos nacionales, provinciales y municipales que nunca se consuman y una ley de identidad de género que debería garantizar el acceso a tratamientos hormonales integrales que requieren de insumos que nunca llegan»
Aguilar, pone en valor los derechos conquistados que «han sido fruto del activismo de compañeros y compañeras que luchan y han luchado desde hace muchos años a nivel mundial con el propósito de conseguirlos» pero, asevera que, aunque las leyes que los protegen estén vigentes, deben seguir defendiéndolos y, aún más, durante este gobierno.
En esa línea, hizo referencia a los tratamientos integrales de adecuación corporal a la identidad de género, manifestado que el problema para que se lleven a término, no solo radica en la carencia de insumos, sino, que muchas veces «hay una mala predisposición» del personal a cargo. «La identidad de género es una ley y hay que cumplirla. Muchos la ponen en tela de juico dándoles lugar a su pensamiento y a su teoría y no tiene que ser así, a sus ideas las deben guardar para ellos. Todas estas cosas hacen que siempre haya dificultades en lo que es un camino hacia la igualdad».
Por último, destacó la Ley de Reparación Histórica N° 14.220 que se sancionó en 2023 por la legislatura de la provincia de Santa Fe, que -entre otras cosas- reconoce la persecución policial sistemática y la violación de derechos humanos del colectivo travesti-trans incluso en democracia. Y, de este modo, volvió a valorizar el activismo y la lucha diaria.




