(PR) En abril de este año el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ingresó en una de sus fases más agudas del proceso de reestructuración, con la eliminación de la Dirección Nacional, que funcionaba como el principal órgano ejecutivo del organismo.
Paralelamente se fueron implementando distintas medidas para eliminar áreas y reducir el personal de planta, con el objetivo, según el gobierno de Javier Milei, de «racionalizar estructuras, evitar superposiciones y optimizar recursos».
En el caso puntual de la Agencia de Extensión Rural (AER) Venado Tuerto, hasta el momento no se habrían producido despidos directos, aunque si se vienen registrando casos de retiros voluntarios y otros agentes se retiraron buscando nuevos horizontes profesionales.
De todas formas, la semana pasada circuló por las oficinas de avenida España al 500, una lista de trabajadores de otras unidades del INTA, más cercanas al Gran Buenos Aires, que estarían afrontando la posibilidad de ser dados de baja.
Por otra parte, los recortes más importantes se estarían dando en lo que se refiere a fondos de proyectos y de funcionamiento, y sólo se estarían cancelando los servicios mínimos, como gas y energía eléctrica.
De hecho, los técnicos en la actualidad sólo se movilizan para el desarrollo de proyectos a campo, a partir de convenios de vinculación tecnológica que el INTA tiene con algunas empresas.
Como punto positivo, la AER de Venado Tuerto tiene la ventaja de que el edificio es propio, y, por otro lado, está lejos de las agencias experimentales como Oliveros que está a 220 kilómetros, Pergamino a 160 y Marcos Juárez a 180 kilómetros.
En este sentido, cabe aclarar que las oficinas que están cerca de estas experimentales tienen mayor posibilidad de ser cerradas y el personal absorbido o reinsertado en nuevas tareas.
Otro valor agregado que ofrece el INTA local es la Red de Ensayos de Semillas en maíz, trigo y soja, donde se comparan a campo, con total neutralidad, los granos de los distintos semilleros.
Al mismo tiempo, por estar enclavada en el corazón de la pampa húmeda, la agencia venadense comparte espacio con los grandes semilleros y entidades de investigación relacionadas con el agro, como CREA o AAPRESID.
En el actual contexto, lo más preocupante es la incertidumbre que envuelve a los trabajadores del Instituto, que están a la espera de que se resuelva cuál será el futuro del organismo.

