(PR/Norma Migueles) En una audiencia que se desarrolló este jueves en los tribunales de Venado Tuerto, y que duró más de cuatro horas, las fiscales Débora Valentín y Mayra Vuletic imputaron a tres personas por «lesiones leves dolosas» y «lesiones graves dolosas», por la agresión que sufrieron dos vecinos de barrio Victoria, el último sábado.

A solicitud de las fiscales, el juez Leandro Martín, ordenó la prisión preventiva de los tres imputados por el plazo de 20 días, tiempo en los que la Fiscalía considera poder realizar la acusación. En forma voluntaria, los imputados ofrecieron mudarse de barrio a una nueva dirección.
Antes de la audiencia imputativa, el magistrado escuchó a uno de los hombres que fue víctima de la golpiza y que, como consecuencia de ello, tiene siete puntos de sutura en la cabeza. Su hermano, en tanto, recibió heridas de mayor gravedad que lo mantuvieron en terapia intensiva y con pronóstico reservado los primeros días. En su caso, sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le produjo una hemorragia cerebral y un corte en el arco superciliar.
La víctima, domiciliada en calle Cerrito al 500, por momentos se quebró y narró los hechos ocurridos durante la noche del sábado y la situación que vive actualmente su familia, que está aterrada por la violencia sufrida en su vivienda y solicitó protección, especialmente, para su esposa e hijas de corta edad.
Antes de retirarse de la sala, solicitó al magistrado que se ordenara a estas personas irse a otro lugar ya que su presencia es altamente conflictiva en el barrio.
Dos de los tres acusados, todos familiares entre sí, fueron asistidos por la abogada Melisa Andreatta, del Servicio Público de Defensa, mientras que el restante, quien pidió declarar y narrar su versión de los hechos, fue patrocinado por Ignacio Blanc Codina.
Al respecto, el acusado admitió haber golpeado con un palo a una de las dos víctimas provocándole la conmoción que lo llevó a ser internado en terapia intensiva. A su favor, argumentó que al llegar a su casa esa noche encontró a su hermano menor «ensangrentado y golpeado».

Los hechos
El conflicto comenzó el pasado sábado 13 de septiembre, a las 20, cuando un vecino domiciliado en inmediaciones de Cerrito y Chile encontró en el patio de su casa a un joven quien vivía en la otra esquina de la misma cuadra. El hombre lo echó y luego, ante la presencia policial, manifestó que no iba a hacer la denuncia para evitar la escalada del conflicto.
Sin embargo, dos horas después, mientras la familia estaba por cenar, alguien golpeó la puerta y aparecieron el padre, el hermano y el mismo joven que dos horas antes había echado de su propiedad.
Uno de ellos tenía un palo en la mano y otro portaba una cadena. Al abrirles la puerta, increparon al dueño de casa, golpeándolo con el palo. Frente a esta situación, las mujeres llamaron a los gritos al hermano de la víctima, que vive en la casa lindera.
Los hombres se trenzaron en lucha, y a pesar de ser de gran porte, el joven recibió un cadenazo en la espalda que lo hizo trastabillar y cuando se quiso incorporar, quien tenía el palo lo golpeó en la cabeza, provocando que su desmayo.
A todo esto, y como consecuencia de los gritos y los ruidos, se acercaron varios vecinos, quienes intentaron repeler a los agresores y se generó una pelea de la que participaron una docena de personas.
La policía llegó al lugar e intentó calmar los ánimos, pero no lo lograron y fue en ese momento cundo uno de los efectivos efectuó un disparo al aire y otro al piso, cuyas esquirlas hirieron, en una de sus piernas, al joven que originó el conflicto. En tanto, su hermano recibió una herida cortante en el cuerpo, aunque no se supo quien fue el autor.
Finalmente, todos fueron trasladados hasta el hospital, permaneciendo detenidos dos de los agresores luego de ser curados. En tanto, la fiscalía ordenó la detención del padre.

















