El delegado de la departamental General López de Amsafé, Javier Delgado, estuvo participando en el encuentro intersindical organizado en Firmat que unió a diversas expresiones gremiales de la región para discutir la situación laboral en el sur provincial y trazar lineamientos estratégicos de cara a los proyectos de reforma que impulsa el gobierno nacional. En ese marco, Delgado remarcó que la instancia intersindical es “fundamental y altamente saludable por el contexto que estamos atravesando, es un buen signo de que la clase obrera se está despertando”.
Además, detalló que durante su gestión en el gremio docente, hubo un aumento de 400 afiliados que ubica a la regional en una cantidad de tres mil en todo el departamento. “Estamos teniendo problemas para resistir esta embestida del gobierno nacional con la anuencia de los gobiernos provincial. El sentir de las asambleas es de un repudio total a las iniciativas, entendiendo que lo que está en juego no es un modelo político, sino nuestros derechos y la barrera que ponemos día a día para que no nos exploten de forma descomunal. Está en juego el incremento de la explotación sobre una clase social”, aclaró.
De las asambleas relevadas por Delgado surge la necesidad de trabajar “mancomunadamente con otros gremios e intensificar el trabajo diario” porque, según el dirigente, se “perdió la conciencia de nuestros compañeros, ya que muchos de ellos votaron el ajuste”. De esa manera, el dirigente propone como objetivos el estudio del proyecto de reforma y la importancia de salir a comunicarlo con precisión. “Estamos viendo que se va a postergar unos días el tratamiento, eso nos da tiempo para implementar el espacio de debate. Pero nos gustaría acelerar la discusión sobre las esperanzas que recaen en los legisladores. De esto no salimos votando, de esto salimos en la calle, con organización y lucha”, afirma. Y completa: “muchos legisladores, por más que sean opositores, no van a tener pruritos en votar. Vayamos a construir un sentido común de los trabajadores. No sembremos falsas esperanzas en la clase política”.
Finalmente, deslizó la relevancia de llevar adelante un proceso de mea culpa dentro del movimiento obrero organizado en relación a la ofensiva del gobierno nacional en lo referido a las causas de corrupción: “no puede ser que los corruptos los saque el gobierno y no nosotros. A esos tipos los tienen que sacar los trabajadores. No tenemos que mirar para otro lado. Eso hay que tenerlo en cuenta por el tema de los carpetazos, que explica gran parte de los acuerdos a los que accedió la CGT”.