Con las lluvias del jueves pasado, en Tostado la altura del río Salado pegó un salto de 70 centímetros en solo 24 horas. A la hora 0 del 17 de enero medía 4,85 metros y en las primeras horas del viernes 5,55 metros, según los registros de las estaciones de monitoreo de la Secretaría de Recursos Hídricos de Santa Fe. La enorme masa de agua que se acumuló en el noroeste (también en el noreste, pero las lluvias de esta región escurren más hacia la cuenca del Paraná), progresivamente van a descender hacia las otras ciudades de la cuenca del Salado: San Justo, Calchaquí, Recreo y Santa Fe, entre otras.
Esta es la crónica de las inundaciones en el norte santafesino realizada por el diario El Litoral al cierre de la semana pasada. PUEBLO Regional decidió interiorizarse del tema y conocer de primera mano lo que está ocurriendo en el otro extremo de la provincia, para lo cual consultó a Hugo González, habitante de la ciudad de Tostado y responsable del Centro de Atención Judicial (CAJ).
“Por suerte ahora en Tostado estamos mucho mejor. Fue una pesadilla de un día en el casco urbano, porque en la zona suburbana siguieron con el agua un par de días más”, describió González.
La mejoría llegó de la mano de un rápido drenado de la ciudad y un cese providencial de la lluvia, “si no hubiese sido por eso estaríamos todos inundados”.
El entrevistado precisó que “el 90 por ciento de la localidad y quizás un poquito más, estuvo bajo el agua. Tengo la suerte de vivir en la calle más alta de la ciudad, y sólo dos cuadras nos salvamos de la inundación, a todo lo demás lo tapó el agua”.
El vecino de Tostado aclaró, sin embargo, que si bien el 90 por ciento de la localidad se inundó, fue menor la proporción de viviendas que sufrieron el ingreso de agua.
Aunque la lluvia fue un motivo fundamental de la inundación (cayeron cerca de 200 milímetros en pocas horas) también deben sumarse a la crisis hídrica que las napas ya estaban altas y las periódicas precipitaciones, mayores a las normales para esta época del año.
“Uno de los principales factores que han influido es el desmonte. Hay un desmonte tremendo que está relacionado con el monocultivo de soja que no está siendo controlado”, explicó González y precisó que este ataque a la naturaleza se está produciendo tanto en Chaco y Santiago del Estero como en Santa Fe.
Vale destacar que el departamento Tostado está en el límite con las provincias de Chaco y Santiago del Estero, y una de las características de las últimas décadas fue el avance de la agricultura sobre la ganadería, “lo que ha provocado este desmonte desmesurado”.
Pablo C. Salinas