El punto más grave de una crisis económica se alcanza cuando para las clases bajas y medias comienza a ser imposible adquirir los productos básicos para subsistir. En esta situación se encuentran muchos argentinos que desde hace años vienen reduciendo la calidad de su dieta alimentaria y van camino a erradicar casi definitivamente la carne vacuna de su rutina alimenticia.
En diálogo con PUEBLO Regional el propietario de la cadena de Carnicerías Tate consideró que “la política de este Gobierno apunta a que comamos lo que sobra. La gente se va a tener que acostumbrar, si siguen estas políticas, a olvidarse de juntarse con los amigos a comer bife al disco para pasar a comer caracú al disco”.
En la misma línea planteó que “nosotros de sacar siete u ocho medias res por negocio, ahora estamos sacando tres. Este viernes sacamos ocho medias res entre los tres negocios y antes sacábamos 15 en uno solo. La caída de las ventas es catastrófica. El negocio está terrible, la gente no puede más”.
Si bien por el momento no recortó personal, el empresario destacó que “es prácticamente imposible seguir manteniendo este circo. El Gobierno tiene el combo perfecto: la presión tributaria a las pequeñas pymes es para que cierres el negocio. La pauta te la da lo que está pasando acá o lo que pasa en Capital Federal, que desde enero cerraron 2500 negocios”.
Por otra parte, entre los cambios de costumbres más notables que detectó en su negocio, el empresario describió que la gente ya no compra por kilo sino por una determinada cantidad de dinero, y los que antes compraban huesos para los perros ahora lo hacen para consumo familiar.
Pablo C. Salinas