En Venado Tuerto hay alrededor de 43 farmacias privadas, más las que pertenecen a las obras sociales o sindicales. Según el presidente del Círculo de Farmacéuticos del departamento General López, Guillermo Banger, hasta ahora todas sobreviven porque “son unipersonales”, dado que tienen pocos empleados o son familias que trabajan junto con el farmacéutico, como sucede “en otros grupos de la sociedad, porque no se pueden sostener muchos empleados”.
En relación con el impacto de la crisis sobre el consumo de medicamentos, el profesional explica que “uno siempre busca la alternativa para encontrar una solución”. Por ejemplo, cuando el medicamento recetado no puede ser pagado por el paciente, hablan con el médico y se busca una opción. La obra social más importante de la farmacia es PAMI. La que le sigue es IAPOS, que implementó una aplicación donde el afiliado puede decidir, en función de la droga recetada, qué marca puede elegir y a qué precio.
Con el nuevo convenio con PAMI, Banger indica que, si bien se cobra mejor, “estamos cediendo parte de nuestra ganancia para atender ese convenio”. En ese sentido, indica que el 20% del costo del medicamento se le cede como regalía a PAMI. A su vez, desde marzo de este año se lanzó un programa desde los laboratorios argentinos que se llama “Medicamentos de primer nivel”.
Se trata de una cobertura para todos los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo. Estas personas van al médico, que le prescribe en un recetario especial, ya acceden a comprar medicamentos con un 30 y un 70 por ciento. Lo mismo se extendió para beneficiarios de PAMI. “Es una forma de llegar a que los pacientes no se queden sin medicación”, aclara.