Finales de febrero y principios de marzo, es un momento de tensión para los bolsillos de padres y madres que deben equipar a sus hijos para el inicio del ciclo lectivo. Este año no es de los más fáciles, ya que un guardapolvos económico hoy vale alrededor de 1.100 pesos. Un manual Santillana cuesta 1.200 pesos y un libro de lectura alrededor 400.
Un cuaderno tapas duras cotiza a unos 195 pesos (se necesitan al menos 3). Lápices de colores, goma de borrar y de pegar, ceritas o crayones, cotizan en total unos 300 pesos. Y una cartuchera barata puede conseguirse por 300 pesos. En tanto una mochila económica no baja de los 1.200. Para completar el equipo deberíamos agregar un par de zapatillas, si no son de primera marca el precio oscila en los 1.500 pesos.
En total y siempre en referencia a la escuela primaria, equipar un alumno cuesta unos 6.500 pesos. Si puede «tirar una poco más» con la mochila del año pasado esa cifra se reduce a algo más 5 mil pesos. Y si las zapatillas también aguantan el presupuesto se reduce más. Pero a no menos de 3.500 pesos. Lo que permite establecer un promedio de alrededor de 5 mil pesos. En relación al año pasado, los precios de los artículos escolares se incrementaron un 45 por ciento.
En el nivel secundario la cuestión económica no está ligada a los útiles o libros, sino a la indumentaria. Ya que con dos o tres carpetas de unos 180 pesos cada una, un repuesto de hojas rayadas y otro de cuadriculadas, a razón de 175 pesos cada uno, se puede comenzar. Es decir que con unos mil pesos, puede solucionarse el tema de los útiles.
Pero en los colegios rufinenses donde se pide «el uniforme», las cosas se complican. Una pollera o un pantalón cotizan a alrededor de 1.800 pesos. Una chomba con logotipo del colegio cuesta 900 pesos; un suéter alrededor de 1.200. Si a esto se le agrega un par de zapatillas económicas, el presupuesto asciende a unos 5.500 pesos solo en vestimenta.