(PR) Lavie, un emprendimiento de dos amigas que nació en el 2019 y crece a paso agigantados, una marca donde se fusionaron deseos e intereses por la moda e indumentaria de diseño pensando en la alegría y el amor de la infancia.
Katia Y Maricris son docentes, mamás y compañeras de estudio, en septiembre 2019 lanzaron sus primeros diseños “simples y básicos” los describen ellas y también incorporaron prendas de otros emprendedores. Lo cierto es que rápidamente la propuesta llegó a cientos de venadenses que rápidamente apoyaron este proyecto.
“Esto fue un sueño que pudimos concretar con mucho esfuerzo y dedicación.” Emprender es siempre un desafío que requiere de mucho esfuerzo pero sin dudas da también muchas satisfacciones una vez que comienza a marchar. El espíritu del emprendedor es el amor por lo que hace y sin dudas también es la clave de su éxito.
Con esfuerzo, perseverancia y un equipo de profesionales que no deja nada librado al azar Lavie gana terreno en el rubro de indumentaria para los más chiquitos de la familia.
Actualmente, detrás de cada paso que da la marca, Katia y Maricris están acompañadas y asesoradas por: la Lic. en Diseño de Comunicación Visual, María Florencia San Torcuato, la Artista Plástica Lic. Maggie Verón, el Arquitecto Gustavo Had, quién está a cargo del asesoramiento general de análisis, estudios y visiones, el fotógrafo David Had, Silvia Campos, en la elaboración de accesorios y complementos tejidos a mano, Luisiana Giorgio en redes sociales y comunicación general. «También queremos mencionar a la primer modelo, Felicitas Fenoglio que junto a su familia nos apoyaron desde el primer momento en plena cuarentena, realizando videos, fotos y comentarios que difundían nuestra marca en un momento tan difícil para poder desarrollarnos y mostrar actividad. »
Maricris cuenta que la pandemia fue también un momento para crear nuevas prendas esta vez con un concepto aún más profundo “surgió la propuesta de las remeras pintadas a mano sobre flora y fauna autóctona o en peligro de extinción que tengan como fin el conocimiento, difusión y cuidado de las especies, para que los niños en los primeros años de vida aprendan a amar y servir a la naturaleza, a valorar y proteger a los que habitamos un mismo planeta. Junto a cada remera se pensó en un packaging sustentable de bolsas ecológicas acompañadas de un sobre de semillas para reutilizar dicho envase y colocarlo en huertas o jardines”. El amor por lo que hacen se puede ver plasmado en cada detalle de su marca todo tiene un por qué y lo más importante tiene una enseñanza para niños, y grandes también.
La importancia del cuidado del planeta, de nuestra flora o fauna no es una moda y sin dudas incorporar buenos hábitos y proponer estos temas a las nuevas generaciones ante cada oportunidad que surge es sin dudas el camino para un cambio de mentalidad que ya está en marcha.
Consultada por sus fuentes de inspiración, esta empresa expresa “Cada vez que pienso en el diseño…pienso en el amor que nos da el nacimiento, una nueva vida, LA VIDA, ese regalo maravillo y único que recibimos. Pienso en “toda vida”…en lo natural, simple, lo que me enamora y cautiva mirar a mi alrededor de manera infinita. En este mundo creados en perfección, para convivir y cuidarnos”.