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Maternidad deseada: un derecho natural de la mujer

(PR/Norma Migueles)Días atrás tomó estado público una resolución de la jueza civil Celeste Rosso, quien hizo lugar a un amparo presentado por una mujer y su pareja, ante la negativa de la obra Iapos de brindar cobertura a un tratamiento alta complejidad de fertilización in vitro, más donación de óvulos (ovodonación) más crio preservación de embriones y medicación al 100%.

Por estas horas la paciente, Sonia Gallardo, de 49 años de edad ya está haciendo la presentación ante la obrasocial (que no apeló la resolución) para iniciar el procedimiento tramitado, luego de no lograr concretar la fecundación tras cuatro tratamientos previos.

Sin dudas esta resolución judicial sienta jurisprudencia y abre una puerta de esperanza centenares de mujeres de diversas edades que desean concretar su maternidad y por diversas razones físicas no pueden hacerlo y deben afrontar la férrea negativa de las obras sociales de brindar cobertura a una cantidad ilimitada de tratamientos.

Algunos de los fundamentos que plasmó Rosso en su dictamen recuerdan, entre otros; la Convención sobre la eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer reza en su Art. 12: «Los Estados parte adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera de atención médica a fin de asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, el acceso a servicios de atención médica, inclusive los que se refieren a la planificación de la familia.

En tanto que la Conferencia de Derechos Humanos de las Naciones Unidas de Teherán en 1968 por primera vez se declaró que «los padres tienen derecho a determinar libremente el número de hijos y los intervalos entre los nacimientos…».-

UNA FAMILIA DESEADA

Sonia es empleada municipal, tiene cuatro hijos de un matrimonio previo. Hace unos años constituyó una nueva familia y su actual pareja no tiene hijos propios. Al momento de planificar su futuro pensaron en la posibilidad de un hijo propio, pero la naturaleza les negó la posibilidad por unos años, hasta que en 2018, por recomendación de su médico decidieron iniciar la fecundación in vitro por ovodonaciòn.

Según su relato la obra social reconoce por todo el tiempo que dura la filiación solo tres tratamientos, en su caso y por no tener hijos su esposo concedieron uno más y luego les dijeron que ya no habría nueva cobertura.

“Decidimos tener un hijo para consolidar nuestro amor y una familia. Es un derecho que tenemos porque así lo deseamos. Comenzamos hace cinco años pensar en un hijo propio, como no pudimos concebirlo naturalmente fuimos derivados a un especialista en Rosario que nos recomendó por mi edad la ovodonación. Empezamos el tratamiento cada vez que nos resultaba negativo era una frustración sumado al stress que causa saber que se te agotan las posibilidades”, resumió y recordó que si bien la que llevará el embarazo es la mujer, el problema es de los dos y en esto su pareja la acompaña plenamente.

Por otra parte recordó que no solo se trata del proceso y una cantidad de medicamentos que debe consumir, sino que también implica otros gastos ya que los estudios no se hacen en Venado, sino en Rosario o Buenos Aires y demanda un costo en viajes, estadía, etc.

Sonia a través de sus abogados Miriam Gvozdenovich y Ervin Bustos realizó la presentación del amparo hace un par de meses, logrando la aceptación y posterior resolución de Rosso.

“Necesitábamos una respuesta rápida porque el reloj biológico corre y no se cuanto tiempo mas tendré posibilidades de concebir”, analizó Sonia, evaluando que posiblemente los cuatro tratamientos autorizados por la justicia den respuesta positiva por lo cual su aspiración de ser madre y consolidar esa familia que ella sueña se concretará, pero también puede ser que la naturaleza sea esquiva, “pero no me sentiré mal, porque sé que pude agotar todas las posibilidades”, razonó.

Un dato no menor es que en este transcurrir entre consultorios y especialistas conoció muchas mujeres de distintas edades que transitan por este mismo camino y ven cerrar sus expectativas ante la rígida burocracia de la obra social. “Siempre queda la duda si la próxima sería la respuesta esperada”, evaluó Sonia a la vez que recomendó a las mujeres que sufren experiencias similares que no bajen los brazos en defensa de su natural derecho a ser madre.

Por su parte su abogada Miriam Gvozdenovich, valoró la rapidez con la que la jueza se expidió, y evaluó que el derecho en salud siempre necesita respuestas inmediatas, porque precisamente la calidad de vida de las personas depende de ello.

 

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