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Carina Soledad: manos de hada y corazón de guerrero

(PR/NormaMIgueles) Carina Soledad Ramos es mamá de 4 hijos, abuela, jefa de familia. Tienen una habilidad muy especial con la aguja crochet y los primorosos trabajos que realiza son su sostén económico y la de dos de sus niños que viven con ella. Lamentablemente una persistente tendinitis lentifica la labor, pero son muchas las cargas que debe afrontar para que el dolor la impida.” Me caigo y me levanto sola”, asegura con una sonrisa.

También es hábil con la costura y en algún tiempo fabricó barbijos y mochilas. Una mala racha la obligó a vender la máquina de coser y hoy solo le queda una viejita con la que hace solo costuras básicas. El único ingreso fijo son las pensiones de los chicos.

Carina necesita urgente una máquina de coser industrial, que aliviaría la inflamación que le ocasiona el tejido crochet y dedicarse a otras confecciones o trabajar para algún taller mejorando los ingresos y también la calidad de vida personal. Sus magros ingresos solo le permiten vivir “al día” y ni pensar en comprarla.

Esta madre trabajadora es una de las tantas mujeres que afronta la vida con humor y una dulce sonrisa. Para quienes la conocen resulta admirable una cualidad que ella naturaliza: el amor y la paciencia por dos de sus hijos Rodrigo y Jhonny, quienes son discapacitados (uno de ellos muy severo) que demandan una constante atención y dietas especiales.

Hoy en la medida que lo van permitiendo las restricciones Jhonny pasa la mañana en un Centro de Día, a la tarde la computadora es uno de los entretenimientos que más les gusta, pero su entusiasmo logra muchas veces romper la PC o el control remoto del televisor y Carina no duda en invertir sus pocos ahorros en repararlos.

“En algún momento trabajé afuera y los cuidaba el hermano del medio, pero también entendí que tenía derecho a tener una vida adecuada a su edad, tener amigos trabajar. Me encerré en casa y tuve que adaptar mi vida a sus requerimientos, me acostumbré a no salir siquiera a hacer los mandados. Y corte de plano mi vida social”

“Muchas veces me preguntan cómo hago para atenderlos y contenerlos, porque como veras la mayoría de las cosas están rotas en la casa. No se dar una respuesta cierta, son mis hijos y los amo. Los levanto todos los días, los baño, los cambio. El más grande es un bebe que usa pañales y muy apegado a mí, el otro tiene una mente de no más de tres años”. Los chicos tienen más de 20 años.

CON LA AGUJA

“Las pensiones no alcanzaban para mantenerlos y pensé que podía hacer. Comidas no porque se comen todo y decidí potenciar una maquinita que tenía y usaba para hacer arreglos”, explicó

Así surgió un día la idea del tejido, “Se tejer desde chica, porque me enseñó mi mamá y también en la escuela, así aprendí muñequitos amigurumis y también llaveritos como souvenirs. Tejo ropita de bebe para una familiar y arreglo ropa. En una época con una buena máquina confeccionaba mochilas, pero la tuve que vender porque los ingresos no alcanzaban”.

“Como la atención de los chicos me demanda mucho tiempo, a veces tejo a la madrugada cuando ellos duermen. Mucha gente conoce mi trabajo y me encargan. Ahora la tendinitis me atacó fuerte. Un poco por el tejido y otro porque uno de los chicos es pesado y el esfuerzo es constante”, razona.

Carina necesita urgente una máquina de coser, seguramente algún alma generosa podrá colaborar con esta madre y mujer que no duda pelearle los minutos el dolor para lograr el sustento adecuado para sus hijos.

 

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