(Publicado en segunda edición de agosto de PUEBLO Regional)- “Nos une el género y una amistad de años”, resumió el uruguayo Alejandro Balbis su relación con la agrupación murguera de Bigand “Los Ladrones de Sonrisas”. Ese mismo poder de síntesis es el que utiliza para tratar temas de la realidad más urgente, o historias de la vida y la muerte, de amor y desamor.
Si hay que poner una fecha puntual al inicio de la relación entre el uruguayo y los bigandenses, coinciden en que fue alrededor de 2010, cuando Balbis brindó un taller de murga en la ciudad de Rosario, de la que participaron algunos de los músicos que luego conformarían la agrupación murguera.
Sobre Los Ladrones de Sonrisas, el reconocido músico uruguayo comentó: “Ellos tienen el impulso de sus propios gustos y las ganas de desarrollar el género de la murga. Sin eso no hubiese sido posible conformar esta murga por más semillas que se plantaran en los talleres. Hay como una iniciativa propia de esta muchachada hermosa que fue cultivándose en el género, aprendiendo a cantar, aprendiendo a hacer arreglos, aprendiendo a moverse. Para aprender eso lejos del núcleo donde eso surge, que es Montevideo y algunas ciudades del interior del Uruguay, hay que tener una fuerza de voluntad muy importante”.
En representación de los murgueros de Bigand Franco y Claudio trataron de explicar los orígenes del grupo: “Nos reunimos porque nos gustaba el género, sobre todo por la forma de cantar, la forma de decir, y lo que hicimos fue tomar todas esas herramientas para hacer lo que queríamos hacer. Encontramos un abanico de cosas que nos permitían cantar sin saber cantar, escribir sin ser escritores, actuar sin ser actores, y todo eso mezclado con el amor y las ganas y el deseo de hacer cosas”.
Uno de los puntos destacables de Los Ladrones de Sonrisas es que han respetado a rajatabla la esencia de la murga uruguaya en lo que se refiere a ser un género contestatario. Con esa premisa se animaron a encarar temas conflictivos en la sociedad regional y transformarlos en canciones, con la trascendencia especial que el arte, en este caso la música, le otorga a las cuestiones de la vida.
“Creo que una de las patas fundamentales que tiene el género de la murga es la denuncia, el compromiso con el tiempo que se vive y con lo que le pasa a tu comunidad”, describe Claudio, uno de los letristas de Los Ladrones.
Por su parte, Balbis enumera sus temas predilectos a la hora de escribir, además del amor y el desamor: “Yo le escribo a lugares, a situaciones, a personas, a las cosas sencillas que me rodean: el nacimiento, la muerte, lo que pasa en el medio”.
“La correntada” es uno de los clásicos de Balbis, y el uruguayo explica que “se trata de la inundación de Santa Fe. Fue escrita después de ese acontecimiento, porque tengo relación con un montón de santafesinos, y yo estaba en contacto con ellos, y había como una especie de foro donde se escribían cosas sobre esta situación tan terrible, y yo estaba de viaje en Estados Unidos tocando y dando clases, y cuando te agarra lejos una situación que es cercana, la distancia pone otros matices en el asunto”.
“Sobre la correntada el río clavó una espada derribando el terraplén. Sombras atormentadas debajo de las frazadas en el Arca de Noé. Lugareños, temen evacuar, bucaneros salen a robar. Forasteros vienen a mirar. Paraderos por averiguar. Ojos que no ven nada, luciérnagas desquiciadas y un farol a kerosene”, canta el uruguayo en La Correntada, y reafirma: “Balsas que navegan la ciudad, gracias por la caridad, balas en la puta oscuridad, traumas para superar”.
El músico también habla de política, dejando de lado el papelón de muchos que temen tomar posición para que no se reduzca su audiencia: “Yo he visto como ha ido cambiando el Uruguay en un montón de cosas, ha ido creciendo, mejorando, y al mismo tiempo comenzaron a aflorar las verdaderas problemáticas de un país que primero fue solucionando los problemas inmediatos. Cuando se solucionan los problemas urgentes, surgen los verdaderos y de fondo, y esa es una de las cosas que le está pasando al Uruguay, que tiene desafíos gigantescos por delante siendo un país chico”.
Trayendo su análisis a este lado del charco, opinó que “de Argentina tengo que hablar de un país que me ha permitido vivir de lo que hago, poder pagarle la educación a mis hijos, que tengan salud y vivan en un lindo barrio, y eso no es solamente porque saqué un par de discos, es porque hay una situación en esta región que propicia una mejor vida, por lo menos para los músicos”.
Por su parte, Franco de Los Ladrones de Sonrisa planteó que “la realidad de Uruguay la vemos como turistas, así que la vemos divina. Con respecto a Argentina hay un montón de cosas que están buenísimas, pero después también están los problemas que son eternos. Eso está demostrado en la murga en algunos couplé donde contamos esta lucha desenfrenada que se ha generado”.
Entonces toma la palabra nuevamente Balbis para reafirmar las bondades del gobierno de José Pepe Mujica: “Si en Uruguay hubiese reelección lo voto con las dos manos. Si existiese la reelección no lo sacan ni con un abogado a Mujica de la presidencia”.
En el caso de Los Ladrones de Sonrisas ya han sabido ganarse enemigos, aunque sin quererlo, por ejemplo en la Comuna de Bigand. “En nuestro pueblo estamos en contra del gobierno comunal, pero porque ellos se pusieron en contra nuestro. Como no está el género de la murga implantado cualquier cosa les molesta, lo consideran una agresión, cuando en realidad es algo que tienen que tratar de entender de otra manera”.


