(PR-Santiago Córdoba) Lucas Cabral fue víctima de un crimen por parte de un policía de la provincia de Santa Fe, que lo embistió con un patrullero que se desplazaba en contramano. Hoy, lunes 25, se cumplen dos años de su asesinato y su mamá Daniela pide justicia y comentó, en diálogo con PR, cuál es el estado en que se encuentra la causa actualmente.
El dolor de Daniela, más allá de la irreparable pérdida de su hijo, se debe a que el policía que conducía aquel vehículo policial hoy se encuentra prestando servicio en la localidad de Teodelina, y manejando un patrullero. “Eso es precisamente lo que no debería hacer. Estamos esperando la acusación del Fiscal Eduardo Lagos, desde el 20 de abril, para que se pueda llevar a cabo el Juicio Oral. Creo que no lo va a realizar porque desde un principio me advirtió que me dedicara a la causa civil, porque en ella ganaría algo”, comenta la mamá de Lucas. “Pero la vida de Lucas no tiene precio”, repite. Agregando que “en caso de que el fiscal no realice la acusación, mi abogado como querellante lo va a hacer. Mientras tanto el tiempo pasa. El fiscal defiende lo indefendible”.
“Existen pruebas, peritajes, terminó la etapa de investigación, se le tomó declaración a los policías, a los acompañantes que dicen que no ven a Lucas, siendo que la persecución venía de varias cuadras. Dos patrulleros siguiéndolo, y Lucas con la moto con las luces encendidas”, enumera Daniela. Las declaraciones de ocho policías prueban que lo perseguían por perseguir, “supuestamente por no haber parado en un retén, el testimonio de un chico que iba con Lucas afirma que se para un patrullero, bajan policías, lo apuntan, se asustan y escapan”, detalla. “Se asustó. Eran tres chicos en moto. En la persecución se separan, pero continúan siguiendo a Lucas por más de 60 cuadras. Desde la calle 2 de abril hasta Chile y Cabral. Allí, de acuerdo a la pericia, Parra lo embiste. Luego la pericia de Gendarmería dice que fue un choque frontal. Se realizó un careo entre los dos peritos de Seguridad Vial y Gendarmería, a lo que el perito de Gendarmería argumentó que él actuó de acuerdo a lo que dijo la policía”, agrega.
Luego de ocurrido el accidente, en menos de una hora, corrieron la moto, sacaron el patrullero, le sacaron la batería, por lo que no se le pudo hacer ningún tipo de peritaje.
A pesar de todo, Daniela cree que en algún momento se va a hacer justicia. “Todo el mundo encubre a la policía. Hasta los políticos. Ellos me dicen que ‘es comprensible dolor’, pero por el caso de Lucas jamás nadie se preocupó. Sumado a eso el dolor por los comentarios malintencionados de gente que nunca lo conoció. Hubo testigos que nunca se presentaron, por presuntos «aprietes». Incluso uno de los que declaró dijo todo lo contrario de lo que me había dicho a mí en su momento”, detalla. Y plantea que “la única declaración veraz fue la del chico que iba con Lucas. Ninguno de los policías que fueron llamados a declarar conocía el protocolo de persecución”. Finalmente, la mamá de Lucas Cabral plantea “el miedo más grande es que con el paso del tiempo la causa prescriba y ya no se pueda hacer nada. Pero confío mucho en mi abogado, aunque sea que si Parra no va preso que al menos no quede como una víctima. La familia y los amigos siempre están. Lo mismo que Ana Braghieri, la Pulga, con un mensaje aunque sea, con el apoyo. Sigo por justicia, por mi hijo, por mi nieta”.