(PR- Andrea Acedo) A propósito de la alerta preventiva por Triquinosis emitida en los últimos días desde el Gobierno Provincial y ASSAL que recomienda no consumir ni comercializar productos del Grupo Covi elaborados durante los meses de mayo, junio y julio de 2022, nos pusimos en contacto con Yanel Lignazzi, responsable regional VT Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (ASSAL)
PR: ¿Cómo se define la sospecha de peligrosidad de algunos productos del Grupo Covi?
YL: El 8 de julio pasado recibimos una información a partir de los efectores de salud de la zona de que había casos sospechosos de triquinosis. El doctor Agostinelli nos avisa ese viernes a la noche que se había presentado gente con síntomas de la enfermedad y al lunes siguiente empieza nuestro trabajo. Tuvimos conocimiento de que en Rufino se encontró una muestra positiva, esa muestra debe haber tenido una antigüedad de 10 días hábiles. La agencia santafesina ASSAL emite una alerta preventiva porque esa muestra que da positiva corresponde a un elaborador de un frigorífico que está en Carmen que es el frigorífico de Covinich. Esta familia posee un frigorífico en Carmen que tiene aval de Senasa pero no tiene habilitación de RNE (Registro Nacional de Establecimientos) y posee un establecimiento Covi en Venado Tuerto que sí tiene RNE en donde son elaboradores de chacinados y hacen despostado. Ellos reciben la media res, la cuartean, la cortan como en una carnicería, la envasan y la distribuyen como cortes con o sin hueso. Elaboran además chacinados, panceta, lomo curado, salames, salamines y demás. Hace 11 años tienen el RNE. El frigorífico está en Carmen, allá faenan y de ahí venden y traen acá al establecimiento de Covinich, al RNE de acá.
PR: ¿Qué procedimientos se ejecutaron desde recibida la sospecha?
YL: Por parte de la agencia se hace una visita al lugar que es el procedimiento habitual que se solicita desde agencia central en Santa Fe. Desde ASSAL fuimos con el convenio local a verificar cómo estaba el establecimiento. Después se obtiene esta muestra positiva y desde Santa Fe hacen una reunión con los Covinich, los que pertenecen al RNE y al frigorífico, acude además Senasa de Nación porque hay implicancias sospechosas en otras provincias. A partir de esa reunión se emite la alerta preventiva por parte de ASSAL en donde se solicita a la población que no compre los productos que corresponden a la fecha de elaboración mayo, junio y julio 2022 que estén en circulación. Se notifica a los comerciantes que no comercialicen el producto marca Covi y que den aviso al convenio local, que sería al Área de Seguridad Alimentaria sita en H. Yrigoyen 1737. Y de ahí va el auditor deja intervenido el producto que tiene, toma muestra y de acuerdo al resultado, si da negativo se libera y se sigue comercializando y si da positivo se retira del mercado.
PR: ¿Cómo interviene la ASSAL ante los casos sospechosos?
YL: Si, por ejemplo, el caso sospechoso pertenece a Rufino, el convenio de Rufino se pone en contacto con la persona afectada y le consulta en dónde adquirió los alimentos, si tiene algún resto del mismo, cuántas personas más hay afectadas, toda la información sobre el consumo que se pueda reunir. A partir de ese primer contacto, que puede ser telefónico y en el caso de que se tenga un resto de alimento con rótulo o no, el encargado del convenio va a tomar la muestra, se hace un acta correspondiente y se envía a laboratorio de la agencia en Santa Fe para que tenga validez el resultado. Cuando empiezan a aparecer los casos se empiezan a relevar muestras. Los salames son un producto complicado de investigar porque tiene una vida útil relativamente corta, 30 días. Es común que cuando las personas se juntan a comer un salamín lo consuman entero, es muy raro que sobre y que después de 15 días haya algo en el comercio que se vendió.
PR: ¿Cuáles son las medidas preventivas para evitar la enfermedad?
YL: En cuanto a la cría de cerdo, cuando se hace de manera familiar, que no sea un criadero, debería cercarse el lugar donde se alimenta el cerdo, controlando de que no ingresen roedores, no alimentar con basura o llevarlos al basural porque ahí es donde ellos, como son omnívoros, pueden comer una rata muerta o las heces de los roedores. El roedor o la comadreja son por excelencia los huéspedes sanos que transportaban el parásito. Si el cerdo come eso va a adquirir el parásito, se le va a enquistar en el músculo y el criador no se va a dar cuenta de que el cerdo está afectado.
Lo ideal es que, si se va a hacer una faena familiar, para consumo propio o para elaborar chacinados, llevar a matar el cerdo a un frigorífico o que de la propia faena familiar se lleve una parte a analizar a un laboratorio habilitado para que estudien parte de la carne y determinen si se puede o no consumir. En la zona hay dos laboratorios que pueden realizar este análisis, uno en Rufino y otro en Villa Cañás. Para la gente que va a comprar se recomienda que mire si tiene rótulo y que cuando corte el salame no lo tire, que lo guarde hasta que lo termine. Además, otra sugerencia es fijarse en la fecha de vencimiento, si el producto es local si tiene habilitación municipal, y si es de otro lugar observar si posee el número de RNE, el número de RNPA o número de Senasa.
PR: ¿La empresa Covi recibió algún apercibimiento?
YL: Las sanciones o procedimientos que se realicen los analiza primero el área de legales de la agencia y ahí nos bajan a nosotros la orden y forma de proceder. Hasta el momento el establecimiento venadense posee una suspensión de elaboración de salamines. Asimismo, el área de legales de la agencia posee todo el historial del establecimiento, tiene registros fotográficos, todos los resultados de análisis y ellos verán qué herramienta legal tomar para luego informarnos a nosotros.
