Santa Isabel. José Luis Bottazzi es un vecino de Santa Isabel que emocionado nos cuenta la historia de esta bicicleta que su papá le regaló a su mamá un Día de la Madre.
«Nosotros somos 3 hermanos, cada uno tenemos 2 hijos, es decir, yo en total tengo 2 hijos y 4 sobrinos, la historia es muy sencilla. El ritual de los domingos era como el de cualquier otra familia, un encuentro de los 6 nietos en la casa de mis viejos, y el tradicional almuerzo de los domingos con pastas o alguna delicia que preparaba mi vieja. Así fuimos creciendo hasta que los chicos se fueron a estudiar a Rosario, y, cuando volvían los viernes en el Central Alcorta ellos dejaban los bolsos en nuestras casas y se iban de la abuela María y el nono Toto, que sabían todos sus gustos y los colmaban de mimos».
«Con el tiempo, mis viejos fallecen y como en toda familia repartimos algunos bienes. Regalamos unas cosas al hospital a modo de agradecimiento por la atención del personal que atendió a mis viejos, algunas otras cosas fueron vendidas, y algunas nos repartimos para tener como recuerdo. En mi casa quedó la bicicleta de mi mamá, y ahí, con la complicidad de mi señora Susana, empezamos a pensar en restaurar la bicicleta. Con mi señora hace 44 años que estamos juntos y tuvimos 2 hijos, Julia y Sebastián y ahora tenemos dos nietos Benjamín, Berni y Agustín que viene en camino. Susana se encargó de arreglarla, le hizo cambiar las cubiertas, los frenos, la sillita para los chicos y ponerla en buen estado, para que nuestros nietos puedan disfrutar de un hermoso paseo en esa bicicleta que tiene mucha historia.
“Creo que es el mejor homenaje que pudimos hacerle a mi vieja, de verdad me emociona mucho», dice José Luis.


