(PR/Andrea Acedo) Este 14 de noviembre se conmemora una vez más el Día Mundial de la Diabetes, creado en 1991 por la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para alertar sobre la creciente amenaza que representa la diabetes para la salud pública, recordando la importancia de un diagnóstico temprano de la diabetes tipo 2, con el fin de iniciar un tratamiento y así reducir el riesgo de serias complicaciones.
El diagnóstico temprano, el automonitoreo, la educación y el tratamiento individualizado pueden reducir enormemente el riesgo de complicaciones severas a corto y largo plazo, tales como enfermedad cardiovascular, ceguera, amputación e insuficiencia renal, y también permiten disminuir los costos sanitarios que deben afrontar tanto los sistemas de salud como los pacientes.
Epidemia que crece
La diabetes es una epidemia que está creciendo rápidamente, y en la actualidad afecta a uno de cada 11 adultos en el mundo. Se trata de una enfermedad crónica que afecta el uso de la insulina endógena, la sustancia reguladora de los niveles de azúcar en sangre (glucemia).
Existen tres tipos principales de diabetes: tipo 1 (el organismo no produce insulina); tipo 2 (el organismo es incapaz de utilizar la insulina en forma efectiva) y gestacional (alteración para el manejo de la insulina durante el embarazo).
¿Cómo se puede controlar la diabetes?
Es posible controlar la diabetes, con los debidos cuidados y tratamiento personalizado.
El 90% de los casos corresponde a la diabetes tipo 2, cuya aparición puede prevenirse o postergarse mediante la adopción de sencillos cambios en el estilo de vida, como una dieta saludable y actividad física regular.
Para tratar la diabetes es preciso un control efectivo, que incluye el automonitoreo de niveles de azúcar en sangre: el paciente mismo controla en forma periódica cuál es su nivel de glucemia. Entender la importancia de este automonitoreo y contar con un control personalizado permiten que el paciente viva con más tranquilidad tenga mayor paz mental y vuelva a sentir libertad.
Los síntomas y los factores de riesgo
Pueden variar según la cantidad de azúcar en aumento. Algunas personas, en especial aquellas con prediabetes (niveles de glucosa más altos de lo normal) o diabetes tipo 2, pueden no experimentar síntomas al principio. En la diabetes tipo 1, los síntomas tienden a aparecer rápidamente y ser más graves.
Estos son algunos de los signos y síntomas de los tipos de diabetes:
- Aumento de la sed
- Ganas frecuentes de orinar
- Hambre extrema.
- Pérdida de peso inexplicable
- Presencia de cetonas en la orina (las cetonas son un subproducto de la degradación muscular y de grasas que se produce cuando no hay insulina suficiente disponible).
- Fatiga
- Irritabilidad
- Visión borrosa
- Llagas de cicatrización lenta.
- Infecciones frecuentes, como infecciones en las encías, en la piel y en la vagina.
Entre los factores de riesgo se destacan:
- La obesidad y el sobrepeso
- El sedentarismo
- Consumo de alcohol, tabaco y otras drogas
- La predisposición genética
- La falta de tratamiento y de controles una vez que se diagnosticó la enfermedad.
Mujer y diabetes
En las mujeres, esta enfermedad es especialmente riesgosa. Según Javier Mauricio Farías (MN 105947), jefe de Servicio Endocrinología y Diabetes del Sanatorio Güemes, “si bien la incidencia de la diabetes es menor en las mujeres que en los hombres, es importante saber que las mujeres con diabetes tipo 2, especialmente aquellas con obesidad, tienen una mayor prevalencia de cáncer de mama y otras enfermedades oncológicas (como el cáncer colorrectal).”