(PR/Norma Migueles) En la sesión de este miércoles desde el Bloque Ciudad Futura Bruno Taddía, presentó un proyecto de Ordenanza que apunta a regular el trabajo realizado por los recuperadores de residuos sólidos urbanos, creando para ello un registro de las personas que asisten al vertedero a cielo abierto.
El objetivo de la propuesta es lograr, a través de este registro, llegar evaluar la situación en la que desarrollan sus tareas y con la finalidad de promover condiciones mínimas de seguridad y salubridad, fomentando la inclusión social y laboral de los mismos.
“Este será el puntapié inicial en este proceso de reivindicación del trabajo de los recuperadores, que permitirá, mediante la creación de un Registro de Recuperadores Urbanos, el relevamiento de información esencial para poner en valor el trabajo que realizan y proteger su dignidad y su integridad física”, fundamentó Taddía.
Considerando luego, “es necesario reconocer el arduo trabajo que realizan y el impacto
ambiental positivo que conlleva, por lo que establecemos un piso mínimo de derechos y
obligaciones que el Estado debe garantizarles para que así puedan seguir llevando adelante sus tareas con el debido apoyo y reconocimiento que merecen”.
La propuesta recibió buena aceptación de sus pares al punto que el presidente Juan Pellegrini ordenó pasar el proyecto a plenario para su tratamiento, tema que debería definirse en alguna de las dos últimas sesiones ordinarias que quedan para este año, de lo contrario pasará para el 2023.
Trabajo riesgoso
Cabe recordar que en la gestión del anterior gobierno municipal se había apuntado a conformar una cooperativa de trabajo, integrada por los recicladores que concurrían al vertedero al cielo abierto, para que prestaran servicios en la planta de residuos.
El actual gobierno retomó las tareas de separación en planta, con pruebas piloto que están en vigencia, pero la quema del edificio en un incendio ocurrido este año, demora nuevamente el avance de la desactivación del basural y por ahora los recicladores recorren las campanas distribuidas en la ciudad para el reciclaje voluntario o concurren al vertedero de calle Quintana, sujetos a todos los riesgos que la profesión genera.