(Lucas Paulinovich/Pablo Tomás Almena para PUEBLO Regional 1° edición agosto). “En realidad es una preocupación que viene desde hace mucho tiempo, mi origen es la docencia. Y esto es algo que uno tiene presente permanentemente y que ahora, desde ésta función, vamos monitoreando cuando entregamos las becas, a través de los apoyos escolares y todos los contactos que podamos ir teniendo”, dijo la directora de Educación municipal, Bibiana Pieli, entrevistada por el programa Dos en la Ciudad. Estaba hablando sobre los resultados del sondeo realizado desde su cartera, al momento de entregar el pago de las becas correspondientes a julio, en relación al estado de la educación en la ciudad, y llamaba la atención sobre los altos índices de deserción: “de acuerdo a las libretas recibidas, había un 55% de chicos que tienen hasta dos materias sin aprobar, con un rendimiento bueno, también nos preocupa el 45% que queda que son chicos que están con notas muy bajas o abandonaron la escuela”.
El abandono de los salones, los pibes que se ven empujados a dejar la escuela, corridos de la posibilidad de ejercer sus derechos, de recibir la formación básica, pone en crisis la idea misma de deserción: los chicos no desertan, abandonan la escuela, porque antes la institucionalidad los abandonó a ellos. “Nosotros no podemos mirar para otro lado, las políticas que llevamos adelante en cuanto a lo social son muy fuertes, y la educación es una de ella. Nosotros planteamos que todo ese público al que nos dirigimos son personas que pertenecen a esta sociedad, y en eso nos tenemos que plantear qué tipo de sociedad queremos, porque si amasamos odio con el tratamiento que se le da a los presos o miramos para otro lado cuando un chico abandona la escuela, estamos siendo responsables”, planteo Pieli.
La municipalidad entrega 260 becas estudiantiles entre todos los niveles, estrategias de contención e inclusión que se complementan con los programas provinciales y nacionales. En el caso del Programa Vuelvo a Estudiar, gestado por el gobierno de la Provincia, la directora de educación municipal dijo: “yo no tengo mucha información, tuve al principio, después fue esporádica, porque el Vuelvo a Estudiar propone algunos recorridos educativos donde la Municipalidad acompaña a chicos que necesitan algún tipo de apuntalamiento o ayuda, y trabajamos en forma conjunta con la región. Pero pasa que los chicos que dejaron de estudiar no son pocos, fundamentalmente en la escuela media, que es la etapa de obligatoriedad. No hay una infraestructura montada suficiente como para poder trabajar con la cantidad de casos que hay. El año pasados teníamos un número entre 200 y 300 chicos que no concurrían a la escuela en Venado. Y no es poca cosa”.
Las respuestas que se proponen desde el estado no pueden dar cuenta de un fenómeno que supera los recursos existentes; la realidad conflictiva que atraviesan los adolescentes impone la necesidad de intervenciones permanentes y renovadas, capaces de interpelar esa realidad, de ampliar los marcos en los que se comprende la educación misma. Los pibes no dejan de asistir por un solo motivo, y la pregunta sobre las causas es una responsabilidad política: “es un cúmulo de factores. Si bien es cierto que la escuela ha sido creada para un estándar de gente, fundamentalmente femenino, y que después se tuvo que ir aggiornando, pero que lo hizo de una manera muy lenta. Una vez Filmus (Daniel, exministro de Educación de la Nación) en una charla acá en Venado dijo: ‘si un médico del siglo XVII se levantará hoy a querer operar, no podría entrar al quirófano; pero si un docente se levantara de su tumba y quisiera dar clases, lo podría hacer tranquilamente’. Hoy creo que algo ha cambiado eso, porque hay docentes que se están capacitando, el gobierno nacional lo permite, ha dado mucha tecnología, equipando muy bien las escuelas, pero hay una cadena de cuestiones que hacen que esto no se pueda llevar del todo adelante”, define Pieli.
La dinámica de los hechos propone la actualización y multiplicación de las herramientas para abordar la problemática. “Los programas están bárbaros, como el Progresar, con un montón de chicos que reciben su retribución, o los apoyos a las personas mayores; salió el Vuelvo a Estudiar, la Asignación Universal, se están dando herramientas, pero son transformaciones culturales, hay que sostenerlas en el tiempo, porque estamos acostumbrados a una manera de trabajar, tal vez cómoda. Ahora cambió el paradigma, hay que hacer entender que las personas son sujetos de derechos, entonces, que hagan ejercicio de esos derechos. Y esa creo que es la mejor manera de educar. Tenemos que abrir los ojos, prender las luces amarillas y trabajar entre todos”, sintetiza.
La respuesta provincial
“En realidad creo que cada comuna y cada municipio tiene una manera de entregar becas. Las instituciones escolares trabajan muchísimo por la inclusión, y tiene que haber un compromiso en educación, que es fundamental para el trabajo con los alumnos. Hay que ver el día a día de las realidades que esos chicos habitan, en la escuela están un tiempo importante, pero qué pasa con los chicos el resto del día”, respondió Cristina Fariolli, directora regional de Educación.
En defensa de la gestión provincial, la funcionaria repasó: “nosotros hemos recorrido más de 500 casas de alumnos por el Vuelvo a Estudiar, y hay 300 ubicados en escuelas. Con el equipo Socioeducativo hemos tratado más 250 casos. Cómo agentes del estado y de la educación, se trabaja. De 10 alumnos, 8 están en la escuela. Por eso hay que seguir trabajando, hay que humanizar la educación y trabajar con conciencia y compromiso”.
El interrogante sobre la escuela pública, los alcances de la educación, las formas en que los pibes son contenidos, los nuevos compromisos que las escuelas debieron asumir dentro de un contexto social en el que se incrementó el nivel de violencia, la capacidad de las instituciones de incorporar y garantizar los derechos de los chicos, quedan en discusión a partir de cifras que no reflejan toda la complejidad del fenómeno, pero sí advierten sobre su gravedad: “nunca todos los alumnos fueron igual, pero antes se podía trabajar con un aula más homogénea, porque había otra realidad social. Hoy hay que buscar estrategias distintas para trabajar con algunos alumnos que tienen otras emociones, otras realidades, y eso es la escuela pública”, afirma Fariolli.
Muy buena nota!