En Venado Tuerto existen 60 inmobiliarias pero solo la mitad están encuadradas en la ley

(Lucas Paulinovich, para PR) El sábado se realizó en Venado Tuerto una jornada de debate para corredores matriculados de Venado Tuerto y la región, en el que se trataron cuestiones vinculadas al mejoramiento de las tasaciones y se debatió acerca de las normativas que establecen las autorizaciones para el ejercicio de la profesión. “Hace unos cinco años, cuando se sanciona la ley provincial de corretaje inmobiliario, se abre una puerta. En el año 2000 se sanciona la ley nacional de corredor de comercio inmobiliario, que era una figura medio difusa. Luego, la provincia no tenía ley, el corredor no estaba encuadrado, y se consideraba que el martillero público podía dedicarse al trabajo inmobiliario, cosa que no es así. Hay una diferencia muy grande, y está probado por jueces y fallos de la Corte, donde se especifica que el martillero público es una cosa y el corredor inmobiliario, otra”, dice Eduardo Di Nardo en conversación con PUEBLO Regional.
El corretaje implica unir dos partes para hacerlas confluir en un negocio y percibir una remuneración por esa tarea. Ese trabajo se inscribe en la órbita del Colegio de Corredores Inmobiliarios, que establece las obligaciones y agrupa a los corredores con título. En Venado Tuerto existen 60 inmobiliarias, pero solo la mitad cuenta con la matrícula correspondiente. “La ley fue muy pronta, nosotros cuando participábamos en la Cámara, le decíamos a montones de señores que trabajan en inmobiliaria que se les daba el título de forma accesible, si demostraban idoneidad, con un mínimo de dos años de trabajo. Mucha gente no hizo ese paso, y tenemos casos de inmobiliarias abiertas, al mando de martilleros públicos, y el Colegio de Corredores ha iniciado las acciones legales correspondientes. Se ha hecho un trabajo espectacular, es un orgullo tener hoy el título habilitante”, describe Di Nardo.
El marco regulatorio aborda los cambios que se produjeron en el negocio inmobiliario. En la jornada de discusión se planteó, también, la intención de sacar ordenanza que establezca la obligatoriedad de la matrícula para habilitar un comercio. En Rosario y Santa Fe a los infractores se les coloca una banda sobre los carteles que anuncian su incumplimiento. Esa iniciativa se maneja como posibilidad en Venado para visibilizar el problema y avanzar en las regulaciones.
“Lo más importante es que los consumidores, que es el eslabón más débil de la cadena, conozcan sus derechos. Hoy con el cambio del Código Civil y Comercial, en lo que respecta a locaciones urbanas, es realmente para que se asesoren. Ha cambiado mucho, hay montones de derechos y beneficios que se han adquirido con esta modificación”, dice el corredor, y agrega respecto al fenómenos de las usurpaciones: “no creo que Venado Tuerto sea preocupante la situación, más allá de casos mínimos. Nosotros como inmobiliarios obviamente tenemos esa sensación. Pero no creo que sea un tema que nos sobrepase”.
La puesta en marcha del plan Procrear condujo a un aumento en el trabajo de los corredores, como de todas aquellas otras actividades vinculadas. Esa situación introdujo algunas variantes que permiten replantear la dinámica de funcionamiento del área: “se está trabajando muchísimo gracias a eso. En el loteo que estamos haciendo en Polo View, todas las casas son del Procrear, hay 9 casas; hay casas construidas en la Cheltonia con el plan. Procrear no es solamente para el que no tiene plata, de hecho, no es para el que está del todo afuera”, finaliza Di Nardo.