(PR/Giuliana Ghignone) La Ley del etiquetado frontal se sancionó el 26 de octubre de 2021 y las empresas deberían ya comenzar a implementar esta legislación que pretende la promoción de una alimentación saludable. En diálogo con Pueblo Regional, la Lic en Nutrición Luciana Ferrand, da su mirada al respecto, qué elige el consumidor en base a precio y calidad.
Ya es posible ver en los locales comerciales de la ciudad productos donde las leyendas precautorias están a la vista “el etiquetado frontal, rotulado de los envases de alimentos, es una fuente importante de información para la población, ya que comunica las principales características de los productos y actualmente algunas empresas están cambiando la composición de dichos productos para disminuir la cantidad de octógonos en los mismos”, comenta Ferrand. “Para mí es importante para la toma de conciencia de lo que vamos a elegir cada vez que se compra un producto y en cuanto a lo que aporta esa información, cosa que la gente desconoce”, agrega.
Vale aclarar que, la norma establece que deben llevar octógonos negros los alimentos y bebidas con cantidades de azúcares añadidas, grasas saturadas, grasas totales, sodio y/o calorías igual o superior a los límites definidos por el Decreto N°151/22 y siguiendo el sistema de perfil de nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Además de los octógonos negros, todos los productos que contengan edulcorantes y/o cafeína deben contar con una leyenda precautoria, advirtiendo que no es recomendable su consumo en niños y niñas.
Por su parte, no llevan sellos de advertencias los alimentos para propósitos médicos específicos; los suplementos dietarios; las fórmulas para lactantes, niños y niñas hasta los 36 meses de edad; los vegetales en estado natural; las carnes frescas, huevo fresco de gallina y de otras especies; y las legumbres o los cereales secos, siempre que no hayan sido adicionados con azúcares, sodio y/o grasas. También están exceptuados: el azúcar, los aceites vegetales, los frutos secos y la sal común de mesa cuando se presentan ellos mismos como el producto final.
A su vez, la profesional se refirió al contexto económico que atravesamos y detalló que de acuerdo a la investigación que lleva a cabo por estos días y tras haber recorrido granjas y despensas de la ciudad pudo constatar que “el consumo de primeras marcas se mantiene en el centro de Venado Tuerto, mientras que en las zonas más alejadas o periféricas de la ciudad se refleja el mayor consumo de alimentos de segunda marca”. En este mismo sentido destacó que para tener una alimentación que cumpla con las leyes alimentarias, que son calidad, cantidad, adecuación y armonía, todos los grupos de alimentos deberían formar parte de la dieta aunque hizo hincapié en verduras y frutas de estación que son más económicas, legumbres y al menos dos veces por semana carnes. Con respecto a los lácteos al menos una porción diaria, aclarando también que la leche es hoy el producto de menor costo y esencial en niños.
Finalmente, Ferrand se refirió a la salud integral y en este sentido expresó “las emociones cumplen un rol fundamental en todo lo que respecta a la alimentación”. Así enumeró a la actividad física placentera, el descanso nocturno reparador y una buena elección de alimentos como estilo de vida. “El cuerpo nos habla, a través del estrés fundamentalmente, debemos escucharlo para poder atravesar esta crisis económica y política como cualquier otra situación de la vida que pueden manifestarse en migrañas, dolores musculares, problemas intestinales, articulares, ansiedad, entre otros”, concluyó.