MILITANTES, SIMPATIZANTES Y ADHERENTES DEL FRENTE PARA LA VICTORIA COLMARON LA HISTÓRICA PLAZA DE MAYO PARA DESPEDIR A LA PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN UN ACTO LLENO DE FERVOR Y CON TODA LA LITURGIA QUE CARACTERIZA AL ESPACIO POLÍTICO QUE GOBERNÓ ARGENTINA DURANTE MÁS DE 12 AÑOS Y MEDIO.
Agrupaciones, organizaciones sociales, organismos de derechos humanos, familias y personas de todas las edades que llegaron de forma individual se congregaron por miles en la Plaza de Mayo en una movilización que se convirtió en un hecho histórico.
Organizaciones como Kolina, MILES, La Cámpora, Peronismo Militante, Corriente Martín Fierro, Nuevo Encuentro, MUP, Frente Transversal, Movimiento Evita, Tupac Amaru, Partido Comunista, PCCR y Radicalismo Popular, entre otras, dijeron presente en esta movilización.
Así, la concurrencia cubrió desde las 18 la superficie de la Plaza, las diagonales Norte y Sur y la avenida de Mayo hasta su intersección con Perú.
Cerca de las 19, Cristina descubrió un busto del ex presidente Néstor Kirchner en una ceremonia que se llevó a cabo en el interior de la Casa Rosada, y que fue seguida por la multitud desde pantallas gigantes instaladas junto a un palco que se ubicó sobre la calle Balcarce.
Pasadas las 19.15, los asistentes entonaron a viva vos las estrofas del himno, como un preludio a las palabras que la mandataria iba a dirigir a la concurrencia.
«Ohhh/ Yo soy argentino/ Soy soldado, del pingüino» entonó la gente antes de que comenzara el discurso de la jefa de Estado ante la multitud.
«Néstor fue uno de los presidentes que menos votos había recibido y sin embargo construyó una Argentina desde la ruinas que había recibido», evocó Cristina al hablar desde el Salón de los Bustos.
La mandataria aprovechó la presencia del presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, para recordar durante varios pasajes de su alocución la orientación latinoamericanista que tuvo la gestión kirchnerista.
«Junto a Néstor (Kirchner), Hugo Chávez (fallecido presidente de Venezuela), y Lula (ex mandatario de Brasil) fueron como los tres mosqueteros que hace 10 años le dijeron no al ALCA», recordó Cristina en medio de una ovación.
Con el retumbar de los bombos y repiqueteo de los redoblantes, Cristina instó a los presentes a «defender derechos», y le recordó que «la historia no se escribe con regla escuadra y compás».
Cristina agradeció la ayuda que a lo largo de su gestión le brindaron gobernadores, intendentes y funcionarios, y reconoció la figura del saliente mandatario bonaerense Daniel Scioli, quien resultó reconocido con un cerrado aplauso.
«Reconozco a todos los que bancaron. Pero la tarea sigue, porque el lugar de un militante no es un gobierno; está junto al pueblo», remarcó Cristina en uno de los pasajes más celebrados.
«Ohhhh/ Vamos a volver/ A volver, a volver/ Vamos a volver/» coreaban los concurrentes, mientras destacaban con otro cántico, la importancia de esa manifestación popular: «Olelé/ Olalá/ Si este no es el pueblo/ ¿el pueblo dónde está/».
Algunos de los manifestantes exhiban carteles confeccionados de forma improvisada, artesanal, en los que se leían mensajes como «abrazame hasta que vuelva» o «gracias por hacerme K».
Poco después, y tras una suerte de intermedio, Cristina se subió al palco y se dirigió a los adherentes oficialistas que desbordaban la Plaza.
Los abucheos también se dejaron escuchar cuando Cristina hizo mención al «partido judicial», y a la presentación de medidas cautelares que reiteradamente se presentaron contra su administración.
«Miren que me presentaron cautelares en estos años, pero una que pone un presidente por 12 horas era algo que nunca me hubiera podido imaginar», enfatizó.
Y en ese sentido, Cristina se permitió ironizar sobre el fallo de la jueza María Romilda Servini de Cubría que estableció que su mandato finaliza a las 23.59 de hoy.
«Ojo que a las 12 me convierto en calabaza», le dijo a la gente que festejó la ocurrencia con aplausos y el clásico: «Cristina/Cristina corazón/ Acá tenés lo pibes para la liberación/».
A las 20.40, Cristina cerró su discurso, le agradeció a la militancia por «la presencia en todos estos años», mientras sonaba una canción de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, y tronaban los fuegos artificiales que iluminaban toda la Plaza de Mayo.
Mientras, por Defensa, Perú, Bolívar y otras calles adyacentes, se desconcentraban con un grito que conjugaba la nostalgia con la esperanza: «A volver/ A volver/ Vamos a Volver/».
Fuente Telam