(PR/NM) Alejandro Dutto es buzo técnico y su pasión por los barcos militares lo llevó a realizar una expedición submarina en el Atolón Bikini, un lugar distante de la civilización y deshabitado que fue arrasado por pruebas termonucleares.
Según su propio testimonio, en el año 2006 cuando se encontraba en Brasil, Alejandro descubrió una pasión que lo acompañaría por el resto de sus días: el buceo. “Estábamos de vacaciones con amigos y uno de ellos que buceaba nos insistía para que lo acompañáramos. Acepté. Cuando puse la cabeza bajo el agua me dije: ‘¡Lo que me estuve perdiendo todo este tiempo!’. Fue amor a primera vista”.
Dutto ingeniero en telecomunicaciones y ciberseguridad de 45 años de edad, hoy vive en Miami, Estados Unidos y se convirtió en buzo e instructor de buceo técnico y que se dedica a la exploración de naufragios de barcos de guerra, especialmente de la Segunda Guerra Mundial.
A mediados de este año realizó una riesgosa misión cuando exploró una serie de embarcaciones sepultadas en Atolón Bikini, en el fondo del Océano Pacífico, en un lugar del mundo altamente contaminado por radiación.
“La idea de ir allá empieza antes de la pandemia. Íbamos a empezar por cuestiones más sencillas hasta llegar a Bikini, que en el ranking de los lugares complicados es el número dos. Pero la pandemia nos cambió los planes y como para ir allá se requiere una logística muy particular, no lo cambiamos de fecha. O sea, lo movimos durante la pandemia, y después quedó fija en junio de 2024” relató.
Dutto y un grupo de buzos especializados descendieron a unos 50 metros de profundidad para ingresar en las entrañas de barcos emblemáticos de la conflagración mundial, como el portaaviones de la armada estadounidense, USS Saratoga o el acorazado japonés Nagato, desde el que se planificó y ordenó el ataque nipón a Pearl Harbor. “Hasta donde yo sé, soy el primer argentino en bucear en este lugar”, afirmó el buzo técnico santafesino, sin disimular su orgullo por la travesía lograda, en la que registró con su propia cámara de videógrafo submarino escenas absolutamente asombrosas.
Según relató su primer barco fue uno chiquito en el sur de Florida, el Benwood, un carguero que hundió un submarino alemán que andaba por acá dando vueltas. Pero el primero importante fue el Thistlegorm, en el Mar Rojo, en Egipto, el 2017.
Nota elaborada en base a información de La Nación.