El lunes por la tarde se realizó en Rosario una conferencia de prensa en respaldo del Defensor General de la Provincia, Gabriel Ganón, que enfrenta un pedido de destitución presentado por el senador Lisandro Enrico. El acto, que se realizó en la sede de Coad, agrupó a un amplio y diverso espectro político, junto con organismos de derechos humanos, oenegés y organizaciones sociales.
El concejal del Partido Justicialista, Eduardo Toniolli, fue uno de los que se sumó al acompañamiento de Ganón. “Se trata de una ofensiva de sectores del poder judicial, básicamente de la Corte Suprema, encabezados por el juez Gutiérrez, llevado a cabo por sectores de la política, sobretodo el Frente Progresista, y por sectores de las fuerzas de seguridad, porque Ganón denuncia los casos de violencia institucional y también la complicidad de sectores de la política y el poder judicial, con el delito. Incluso de aquellos que dicen ser los grandes combatientes contra el delito, pero que son los que frenaron la posibilidad de que la Provincia tenga un organismo de investigación en delitos complejos. Ganón ha cumplido su tarea, yendo más allá de su función específica, porque está comprometido con la sociedad y con los sectores populares”, afirmó.
La posible destitución de Ganón, que lleva adelante la defensa de casos de violencia institucional, desapariciones forzadas, relevamientos de la situación carcelaria, elaboración de información fehaciente sobre los vínculos delictivos hacia dentro de la institución policial y las tramas de complicidad y negligencia del poder judicial, tiene una finalidad aleccionadora. Es un mensaje disciplinante para la vida institucional de la Provincia. “Es un intento para disciplinar a otros sectores por parte del Ejecutivo y por parte del poder económico también. Cuando fue lo de calle Salta en Rosario, Ganón fue uno de los pocos que señaló la responsabilidad de Litoral Gas. Se quiere mostrar que nadie que denuncie lo que pasa en la Provincia puede ocupar un lugar importante. Se necesita como Defensor general alguien que se calle la boca”, dice el concejal rosarino.
Las políticas de “mano dura” que a nivel provincial encabezan dirigentes de la región como Enrico, consisten básicamente en el empoderamiento de las fuerzas de seguridad, en gran medida, partes fundamentales en el funcionamiento del delito organizado en los territorios. La estigmatización de la juventud y la pobreza, las versiones moralistas sobre los registros públicos, la elaboración de un discurso de la prudencia y la racionalidad, y el señalamiento de los peligrosos como enemigos del orden público, son algunas de los mecanismos que refuerzan un intento por proteger el statu quo a nivel judicial y policial, que es el fundamento de la violencia que se inyecta en la sociedad y que padecen, sobretodo, los sectores populares.
“Sigue siendo la misma policía de Hugo Tognoli, que apareció mezclada con el escándalo del narcotráfico. Algunos de los que quieren darle todo el poder son senadores como Enrico, que a través de reformas del código contravencional intentan ir contra las movilizaciones, contra los jóvenes, contra todos aquellos que tienen algo para decir en nuestra provincia, con la excusa de resolver el problema de seguridad. Eso no se resuelva dándole poder a los que gestionan la violencia, el narcotráfico y el delito en los barros de la provincia”, sintetiza Toniolli.
