Terminando el 2016 y haciendo un balance sobre la industria santafesina, los números no son para nada positivos.
Desde la Unión Industrial local aseguran ue la caída en el actividad durante el 2016 fue del 4,5 por ciento promedio, mientras que la baja a nivel nacional fue del 7,5 por ciento. Aseguran que todas las industrias vinculadas al mercado interno tuvieron una «reducción importante».
Entre las actividades más castigadas se encuentra la producción láctea, con una contracción anual del 19 por ciento. En tanto, el sector bovino, porcino, textil, acero y calzado, tuvieron una retracción cercana al 8 por ciento.
Hubo algunas excepciones que terminaron moldeando ese promedio. Las actividades industriales vinculadas al sector agropecuario tuvieron un repunte en la segunda parte del año. Fue el caso de agroquímicos, fertilizantes y maquinaria agrícola; todos rubros asociados al «repunte de la cosecha fina y a la baja en las retenciones». También se destaca el crecimiento, en los últimos meses, de la producción y exportación de biodiésel.
En cuanto al empleo, indicaron que la caída fue de aproximadamente el 1,2 por ciento; algo que los industriales destacan como «bajo», si se relaciona con la caída en la actividad (del 4,5 por ciento) y la «baja rentabilidad» del año en curso.
Además, reconocen que durante el 2016 no hubo «grandes inversiones», algo que esperan se pueda modificar en un futuro cercano.
Desde la Unión Industrial reconocen las dificultades en un «proceso de transición» . Admiten que se tomaron algunas medidas positivas y otras negativas, pero que la política del gobierno nacional en materia de industria «no es clara en algunos aspectos».
Los industriales se muestran expectantes sobre lo que pueda suceder en el 2017, aunque advierten que debe existir una política apuntada a fortalecer el mercado interno, ya que mas del 70 por ciento de las pequeñas y medianas empresas «viven del mercado local».
En diálogo con Diario UNO, Javier Martín, presidente de la UISF manifestó: «La industria tuvo un año difícil. En la mayoría de las actividades se produjo una contracción, sobre todo en aquellas vinculadas a la demanda del mercado interno. Todas tuvieron una reducción importante en su nivel de actividad».
A pesar de este contexto, consideró que el sector se encuentra expectante pero aclaró: «Tiene que haber una política industrial a nivel nacional que privilegie el agregado de valor en el país y el empleo nacional. Hoy ningún país regala el mercado interno. Tenemos que ser inteligentes y definir como país si queremos tener una industria fuerte que genere valor y empleo o si vamos a depender de las importaciones».
Entre las medidas positivas, Martín destacó la normalización del mercado cambiario, la eliminación de algunas retenciones y las aprobaciones de la leyes pyme y autopartistas. Por otro lado, y en contraposición, subrayó: «Hubo una elevada presión impositiva. Una inflación muy alta y un ajuste tarifario muy importante. También un aumento en el primer semestre de las importaciones. Todo eso generó una disminución importante en la demanda, en el consumo del mercado interno».
En este escenario, el titular de la entidad que representa a los industriales santafesinos, deslizó: «Creo que hubo algunas medidas que fueron positivas. Algunas de ellas con efectos que no son inmediatos y que va a llevar un tiempo verlos. El gobierno ha iniciado un plan productivo pero hay que esperar su implementación y que comience a dar sus frutos».
Con respecto a los objetivos y deseos del próximo año, Martín consideró que será «fundamental que se corte la recesión económica y que vuelva el camino del crecimiento» y agregó: «El objetivo es que algunos de los proyectos importantes se terminen de definir y que empiecen a aparecer nuevas inversiones en infraestructura. También sería beneficioso si la obra pública se empieza a recuperar. Eso podría traccionar un conjunto de actividades. Hay que trabajar mucho en reducir la presión impositiva, la inflación y generar crédito productivo porque hoy las tasas de interés sigue siendo muy elevadas».
