(PR/Pablo Salinas) Este domingo se llevó adelante un nuevo acto electoral en las vecinales de Venado Tuerto, con la particularidad de que no se notaron, como en otras oportunidades, los aparatos políticos de los principales partidos detrás de cada candidato.
En esencia hubo comicios en nueve barrios, en los cuales no se notó el apoyo político partidario de otrora, y muchos postulantes prefirieron mantenerse en terreno neutral y poner por delante el compromiso con los vecinos.
En muchos sectores el PJ no presentó siquiera lista, lo cual fue leído desde el oficialismo como una victoria. Tal fue el caso de los barrios Victoria, Iturbide, Norte, Los Robles, Los Pinos, Favaloro y El Cruce.
Así las cosas, en sólo dos barrios estuvo marcado el antagonismo entre peronistas y radicales: el Ciudad Nueva y el San José Obrero, sectores que siempre se caracterizaron por esa partidización casi futbolera.
En el Ciudad Nueva, la candidata a vicepresidenta de una de las listas es la esposa de un edil socialista y realizaron un fuerte trabajo con las iglesias evangélicas del sector, ya que un pastor y su hijo estaban dentro de la nómina.
Una problemática que enfrentaron varios de los dirigentes que participaron de la elección y tienen cercanías con el justicialismo, es que evitaron visibilizar su pertenencia partidaria por ser empleados municipales. “Otra lectura puede ser que cuando un sector ya no tiene el manejo del Estado, se vuelve menos atractivo para los vecinalistas”, razonaron desde el oficialismo municipal.
En el barrio San Vicente, en las dos listas se mezcló el acercamiento a dirigentes de los dos partidos más fuertes de la ciudad, y se conformaron nóminas con referentes de distintos colores políticos.
Algo más particular ocurrió en el barrio Bernardino Rivadavia, donde si bien la lista ganadora tiene alguna cercanía con el justicialismo, se evitaron las fotos partidarias y propusieron una política de no estar ni con unos ni con otros.
David Marino, en barrio Santa Fe, si está claramente identificado con el PJ y camina la calle con la dirigencia peronista local. “Ese es nuestro”, aseguran desde el peronismo vernáculo.
