(PR/NormaMigueles) El triunfo de Javier Milei, ya forma parte de la historia, con escasa estructura, una campaña mediática con fuertes declaraciones y sin cuentas que rendir, fue la fórmula de su éxito. O quizás simplemente es que el electorado argentino se cansó de las mismas caras, las mismas promesas incumplidas, una economía donde la pobreza de muchos crece en beneficio de la riqueza de pocos que hablan en dólares y hoy para renovar la esperanza necesita creer en otras alternativas.
Milei arrasó y esto se pudo ver en la primera mesa informada en una escuela de Venado Tuerto: los votos logrados superaban la sumatoria de las dos listas de JXC que lideraban Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, en tanto que en el cuarto lugar cómodo estuvo Sergio Massa.
En la medida que se conocían los resultados el escenario se repetía y cual gigantesco dominó La Libertad Avanza, siguió con ritmo demoledor y tiñó de violeta toda la provincia, con un rotundo triunfo que no admite réplicas.
La cantidad de votantes que asistió a sufragar superó la concurrencia de las Paso santafesinas, orillando el 70 por ciento, contra lo recabado el 16 de julio pasado, que no alcanzó al 63 por ciento.
En tanto que claramente se puede ver en el mapa nacional que JXC se quedó con dos provincias Corrientes y Entre Ríos y la CABA, el justicialismo triunfó en cinco, Chaco Formosa, Santiago del Estero, Catamarca, Buenos Aires, el resto apoyó la candidatura del líder libertario.
También queda demostrado, que las campañas fastuosas, las promesas que claramente no se pueden cumplir ya no seducen el electorado. Pero, como dijo una dirigente días atrás, todavía falta una elección.
Infografia Infobae.