(PR/Pablo Salinas-Santiago Córdoba) Luego de la asunción de Javier Milei en diciembre de 2023, muchos fantasmas se agitaron, algunos por parte del mismo Gobierno nacional, sobre cómo seguiría funcionando el sistema previsional argentino.
Para poner blanco sobre negro en este tema tan delicado, Pueblo Regional consultó a la abogada previsionalista, especialista en seguridad social y mediadora prejudicial, Carolina Leon.
“No hubo cambios en el sistema previsional argentino, lo que pasó con la Ley Bases fue que se intentó, en un principio, derogar la ley de moratoria 27705. Eso se incluyó en el primer proyecto de Ley Bases, en el capítulo 13, pero luego, en el texto final de la normativa fue eliminado, la ley no se derogó y se mantuvo su vigencia que es hasta el 23 de marzo de 2025”, describió Leon.
El dato extra es que, según los propios funcionarios del Gobierno nacional, no habrá prórroga de esta moratoria, con lo cual perderá vigencia automáticamente la ley en marzo próximo.
En lo que se refiere a la edad jubilatoria, no hubo variaciones con la nueva administración, manteniéndose los 60 años para mujeres, y los 65 años para los hombres.
Más adelante, la profesional explicó que “en Argentina tenemos dos tipos de moratorias vigentes: una es la 24476 que es de los años 90’ y permite regularizar lo que serían deudas de autónomos o crear deuda de autónomo, y que la gente pague como si hubiese sido aportante en ese régimen. Esa ley también permite la compra anticipada de aportes, y es una ley permanente, pero permite una compra de aportes muy acotada en los plazos, el período es mucho menor que lo que permite la nueva ley moratoria que perderá vigencia en marzo”.
La ley 27705 lo que facilita es la compra de aportes mediante UCAPS (Unidades de Cancelación de Aportes Previsionales). El trámite se realiza en Anses manifestando el interés de adquirir estas UCAPS.
“Se habilitan períodos de compra, que son aquellos períodos en que la persona no tiene otro tipo de aportes, que no haya trabajado como autónomo, monotributista o en relación de dependencia. En los períodos que tenga libre la persona puede comprar tantas unidades como dinero disponible tenga”.
La caja nacional
En cuanto a los fondos que integran la caja nacional para pagar jubilaciones y pensiones, entre un 20 y un 30% son de ingresos genuinos. El 11% son los aportes que hace el trabajador de su remuneración, y entre el 10,5% y el 13% es la contribución que paga el empleador, también en base al salario del empleado.
Paralelamente, el sistema se financia a través de distintos impuestos, y lo que resta se completa con aportes de las rentas generales del Estado nacional.
Caja provincial
En el caso del sistema previsional santafesino, modificado por el gobierno de Maximiliano Pullaro, Leon apuntó que “la reforma fue amplia, y si bien no se aumentó la edad jubilatoria, en la ley se estableció la posibilidad de que, si el régimen nacional de Anses aumenta las edades jubilatorias, la provincia está facultada a seguir ese camino”.
Al mismo tiempo, describió que la reforma tuvo una base impositiva, porque “lo que se hizo fue aumentar los montos de los aportes que realizan los trabajadores provinciales. Antes aportaban todos igual, un 14%, y ahora se hizo escalonado, desde un 15,5 a un 21%, dependiendo de la categoría y el salario. Cuanto más cobras, más aportas”.
En el caso del régimen policial, los aportes van del 17 al 20%, cuando antes también tributaban un 14%.
Aporte solidario
En la reforma Pullaro, también se estableció un “aporte solidario” que afecta a los pasivos: “Si vos sos pasivo, estás cobrando un beneficio de la caja y por lo tanto no deberías aportar, pero como se declaró la emergencia previsional se estableció este aporte solidario, que pagan entre un 2 y un 6% del monto de su beneficio jubilatorio o pensión”.
Un sistema de “aporte solidario” también se implementó para todos los miembros del gabinete que ocupen cargos políticos y que hayan ingresado a la administración a partir del inicio del gobierno actual. En este caso el aporte es del 2,77%.
Jubilaciones docentes
El caso más emblemático es el de los docentes, que, a partir de la reforma, todos se jubilan a los 60 años con 30 años de aportes. La excepción a la regla es para quienes tengan 30 años de aportes, con 30 horas cátedra en los niveles inicial, primaria o secundaria, o que hayan tenido cargos directivos o de supervisión. En estos casos se jubilarán a los 57 años.
Al analizar la reforma, la letrada consideró que uno de los aspectos más cuestionables es “el salto tan grande que hubo en el tema de los aportes. Tal vez tendría que haber sido en forma escalonada, de acá a diez años ir incrementando los aportes. Hay gente que pasó de un 14 al 21% de aportes, la diferencia es mucha, y en el bolsillo de la gente se siente”.
Como dato adicional, Leon informó que en lo que se refiere al régimen de pensiones por fallecimiento que antes eran vitalicias, ahora se lo restringió: “Si el solicitante es mayor de 55 años, la pensión será vitalicia, pero si tiene menos se restringirá al tiempo que duró el vínculo. Por ejemplo, un matrimonio de ocho años, el solicitante cobrará ocho años de pensión. En el caso de los convivientes que no se pueda demostrar el tiempo, el máximo de la pensión serán ocho años”.
