(PR) El número de bolsones solidarios que se entregan en Venado Tuerto sigue siendo un termómetro candente de la situación social de la ciudad. En este sentido, el secretario de Salud y Desarrollo Social, Marcelo Krenz, expresó que “desde que se impuso el problema del COVID 19 se puso a nuestra disposición una cuenta específica con fondos para el centro de aislamiento y para la ayuda social que se destinó a quienes no pudieran trabajabar u otras contingencias que tuvieran que ver con la pandemia. Esa cuenta con fondos para el COVID era usada para sostener la cuestión de indumentaria del personal de salud, alcohol en gel y para la ayuda social. Es decir, debía fortalecer el sistema de salud y también para acompañar a las familias en dificultades. La idea principal fue poder ayudar para que la gente no rompa con la cuarentena y darle un bolsón con comida o lo necesario para que no salgan”.
Por otra parte, el funcionario planteó que “entes del COVID, en la época de la gestión de José Freyre en la intendencia, se entregaban aproximadamente 2.600 bolsones destinados a familias con carencias económicas. Después, al tiempo del post COVID, se estaban entregando alrededor de 3.500 bolsones y ese número se sigue manteniendo, no hubo variables grandes”.
En este contexto, Krenz afirmó que “el gobierno de la ciudad sufrió un cambio grande, ya que el costo de esos bolsones que se sumaron implica un gasto para afrontar por parte del Municipio. Estos bolsones son para afrontar 2 o 3 días, no más que eso, y con respecto a lo que es la ayuda y el acompañamiento familiar tenemos el bolsón que se entrega en cada uno de los barrios y los días específicos, y, después los alimentos y ayudas que se hacen en los comedores en días determinados, para ayudar a que las personas al menos puedan tomar la leche”.
Lo que se deduce de lo manifestado por el secretario de Salud y Desarrollo Social es que hubo una continuidad que, al contrario de decrecer, fue en aumento en cuanto a las necesidades de asistencia social.
El tema del COVID fue contenido con esa cuenta de fondos que contribuía con los gastos del sistema de salud y con los de las personas que debían pasar un tiempo en sus casas, mientras atravesaban la enfermedad sin posibilidades de trabajar u obtener sustento.
Una vez pasada la cuarentena y los duros días de aislamiento, la situación social y económica del venadense siguió siendo sensible a la asistencia.
