(PR) En un año electoral es “normal” que se produzca un recalentamiento de los discursos y aumenten los cruces entre dirigentes políticos. Este enfrentamiento, por lo menos mediático, se está notando en estos primeros tironeos del año en el caso del concejal de Ciudad Futura, Bruno Taddia, y su par de Venado Renace, Darío Jeannot.
“Sobre la donación de la dieta entiendo que no sucede, por eso nosotros creemos que la mejor forma de decir es hacer. Nosotros no queremos proponer bajar los sueldos de los concejales sólo desde el discurso, sino primero evidenciar que es posible, que es un salario digno, por encima de la media venadense, y después tratar que el resto aplique a esto y no que sea una conducta individual, sino traspolarlo al resto de la cultura política venadense”, señaló Taddia en diálogo con el programa En la Tecla, que se emite por Canal 12 de Venado Tuerto.
En clara alusión a Jeannot, que en campaña prometió donar sus honorarios, pero no estaría cumpliendo con lo anunciado, el joven concejal afirmó que “pareciera que la dirigencia política no está dispuesta a perder ningún privilegio. En nuestro caso lo dijimos y lo hicimos, en otros casos no”.
Sobre la dieta de los ediles y la contraprestación que brindan, Taddia opinó: “Yo entiendo que es un trabajo que amerita que sea full time. Para mi es absolutamente incongruente ejercer la función pública y en paralelo tener otra labor en el mundo de lo privado. El salario que tenemos y el nivel de responsabilidad no es part time. Entiendo que el que hace esto a medias tintas o con un esfuerzo a medias perjudica, y la situación económica, social y política de Argentina requiere que el esfuerzo sea total”.
En la misma línea cuestionó que “la política tenga salarios de privilegio”, y tras compararlo con los sueldos de otros trabajadores, cuestionó: “Por qué la política tiene que ganar el doble que todo el resto, más allá de que tan elevado sea después el esfuerzo”.
En este sentido recordó que su bancada dona más de la mitad de la dieta “porque si no la clase política no entiende la sensibilidad de lo que le pasa a la gente”, y reforzó la idea remarcando que “la política pierde sensibilidad si no vive como la gente”.
