(PR/Giuliana Ghignone) Después de 20 años, Cachimbo se bajó de los escenarios, dejando un sinfín de momentos de risas, juegos, canciones y colores que marcaron a las familias venadenses. Un personaje que recorrió gran parte del país, convocando a grandes y niños apostando por infancias más simples y felices.
El actor y director venadense, Walter Bustos, dio vida a Cachimbo en 2004. «Fue una necesidad en un momento de LT29 donde fui convocado por Rosana Pedrola para un infantil, Griselda Vaccarini era Chimichurri y yo Cachimbo», contó el artista a Pueblo Regional.
El nombre, por el que es reconocido en la calle, también es parte de su identidad. «Yo siempre hice teatro y uno de mis trabajos para poder mantener a mi familia fue de albañil y ‘cachimbo’ se le llama al tambor grande que se corta a la mitad donde se pone toda la mezcla y como yo cuando estaba de gira hacía de mimo, cantante, títere, payaso dije yo soy una mezcla de cosas», recordó.
La gracia para representar a un adulto que se permite el error, el juego, que muestra empatía con los grandes y, a la vez, resulta «compinche» con los más pequeños, fueron características que lo destacaron. «Cachimbo no es un payaso, sino un tipo torpe que le salen las cosas mal y por eso es payasesco; no se pinta la cara, usa la gorrita para atrás como Walter Bustos trabajando de albañil», remarcó.
Durante su carrera, Cachimbo recorrió escenarios en diferentes partes del país, vacaciones de verano, carnavales y en ese andar resaltó que «los chicos de la costa, de la sierra o de Venado Tuerto, son todos iguales, tienen ganas de que alguien se ponga a jugar con ellos». En este sentido, se permitió reflexionar sobre el uso de pantallas en la infancia: «Los chicos hoy están con el celular pero les proponés jugar y siempre aceptan, ellos quieren tiempo, nosotros somos los que cambiamos, antes teníamos más tiempo para ellos, hoy mamá también trabaja, estamos a otra velocidad, con otras cosas y ofrecemos tele o el celular».
«Al cierre de cada show Cachimbo siempre dice que ‘hay que cuidar el tiempo con los chicos, porque los juguetes que les regalamos -con el tiempo- pierden el color pero mientras más pasa el tiempo, los momentos compartidos son cada vez más valiosos'», agregó.
La música resultó un recurso clave para este personaje, quien a lo largo de dos décadas hizo covers de María Elena Walsh, Pepe Pescador y alrededor de cincuenta temas propios. «Todas las canciones las hacía por algo, como S.O.S. Planeta Tierra, Rescatar el Barrilete, Paciencia, Upa Papá, son cosas que a veces les quiero contar a los grandes también. Sueño Naranja la escribió Coco Szumski y me encanta porque me define perfectamente», resaltó.
«Cachimbo tiene 20, pero yo tengo 60 años y demanda un desgaste físico que hoy lo puedo hacer, le puedo dar a Cachimbo lo que él quiere, termina la función, di todo de mí y quiero que sea ese el recuerdo. Es entender que se trata también de un ciclo», completó.