(PR) En los tiempos que corren factores de riesgo como la obesidad, la diabetes, el sedentarismo y el estrés, se presentan en edades cada vez más tempranas, y como consecuencia cada vez es más frecuente la ocurrencia de casos de infartos en personas jóvenes.

Según las estadísticas oficiales, en 2025 los infartos siguen siendo la principal causa de muerte en Argentina, con más de 40.000 casos anuales (más de 100 por día).
Consultado sobre esta problemática, el cardiólogo Adrián Procaccini describió: “Estamos viendo casos de personas muy jóvenes con infartos, con problemas coronarios que le atribuimos mucho al tabaco, al estrés, y hoy por hoy también está teniendo una alta incidencia el consumo de drogas”.
En la misma línea de análisis planteó que “tenemos chicos de 25 o 26 años con infartos, y en eso creo que como padres le estamos errando en la contención y en los controles”.
Al mismo tiempo recomendó, en especial para las personas que desarrollan actividades físicas intensas, realizarse un control médico anual que incluya un historial clínico, examen físico completo y pruebas específicas como el electrocardiograma (ECG) y la prueba de esfuerzo (ergometría).

“Las patologías cardiovasculares matan más gente en el mundo que todos los cánceres juntos. Lo que pasa es que la palabra cáncer da miedo, y en cambio la parte cadiovascular es algo más común”, apuntó Procaccini.
El profesional también comentó que hay que prestar atención a los distintos signos previos a una situación de infarto: “Un dolor en la mandíbula, en la espalda, en los hombros, en las muñecas, la presión arterial inestable, los mareos, la agitación, son todos pródromos (síntomas) previos al evento cardiovascular. Por eso ante cualquier duda hay que consultar al médico”.
Por último, el cardiólogo destacó que “en estos tiempos el estrés tiene muchísimo que ver en estos cuadros. Alrededor del 80% del problema pasa por el estrés. Sin dudas una persona de 24 o 25 años no debería sufrir un infarto o una muerte súbita, pero atrás tenes que se separó de la mujer, lo echaron del trabajo o no tiene donde vivir. La situación socioeconómica está jugando mucho en contra por el estrés que todos estamos viviendo en lo personal”.

















