(PR/NM) Las voluntarias de Cáritas Diocesana todas las mañanas, sobre todo en estos días de alto frío, reciben una veintena de personas que pasan por el local de la institución ubicada sobre calle Casey a metros de Iturraspe y reciben un café, té o mate cocido caliente y una factura, pan o galletitas a modo de desayuno solidario.
Durante la mañana un grupo de voluntarias asiste y atiende a las personas que se acercan con diversas demandas y problemáticas. Entre ellas ya hay algunos “clientes fijos” que saben que en el lugar le pueden brindar una colación, incluso algunos se acercan con su tacita. En los últimos días también recibían una bebida caliente un grupo de seis o siete albañiles que trabajaban en una obra cercana.
En la sede de Cáritas, también se reciben donaciones de alimentos, ropa, muebles y elementos de uso doméstico, etc. Estos se van entregando en la medida que las familias y personas que asisten los van necesitando, colaborando incluso con otras entidades de bien público.