El gobernador Miguel Lifschitz repartió a discreción millones de pesos en subsidios con un claro sesgo partidario en su último año de gobierno, en el cual se jugó fallidamente la continuidad del Frente Progresista en la Casa Gris. Así queda evidenciado en un relevamiento de Diario Santa Fe basado en documentos oficiales, que además pone en contradicción uno de los argumentos de la actual oposición para rechazar los proyectos de emergencia económica de la gestión de Omar Perotti.
El Programa de Fortalecimiento Institucional es una herramienta de distribución de dinero público a municipios y comunas que el gobernador tiene a sola firma. Su nombre es idéntico al fondo que se conformó en el Senado de la provincia tras un acuerdo político en 2012 con la gestión de Antonio Bonfatti y les permitió a los legisladores de la Cámara Alta contar desde ese momento con abundantes recursos de asignación libre.
Según la documentación a la que accedió este medio, Lifschitz entregó en 2019 por este concepto $ 11.022.179,06. De ese monto, $ 9.628.994,06 fueron para localidades administradas por el Frente Progresista, o sea 87,27 %. La asimetría también se ve al interior de ese núcleo: $ 9.168.994,06 (un 83,18% del total) fueron para el socialismo y solamente $ 460.000 (4,09 %) para la UCR. La presencia de Rosario es determinante.
Ese porcentaje podría ser aún mayor si se incorporara al cálculo el Partido Demócrata Progresista. En efecto, ese espacio político integró la entonces coalición oficialista en las elecciones del año pasado pero mantuvo un doble juego con Cambiemos a nivel nacional. En este caso recibió $ 400.000, un 3,62 % del global.
Por su parte, las diferentes expresiones del vecinalismo fueron receptoras en 2019 de $ 469.185, un 4,26 % del total. Claro que es una unificación al sólo efecto del cálculo, ya que no hay un continente partidario que las aglomere a una escala mayor que la distrital.
Penúltimo en la tabla de posiciones aparece Cambiemos con $ 285.000, un 2,58 % del conjunto. En este caso también podría sumársele –no sin esfuerzo- el dinero recibido por las localidades del PDP. Con un aspecto no menor: la alianza macrista gobernó hasta diciembre de 2019 la capital de la provincia, segunda ciudad en población.
En zona clara de descenso directo quedaron las municipalidades y comunas administradas por el PJ con apenas $ 250.000, tan sólo un 2,27 %. Es bueno recordar aquí que el peronismo gobernó en 2019 ciudades del tamaño de Venado Tuerto o Rafaela, que rondan los 100 mil habitantes.
Estos números, que -se insiste- están basados en documentación oficial, permiten matizar la argumentación de los sectores del Frente Progresista más refractarios a la gobernación de Omar Perotti, en particular cuando se discute la emergencia económica. En este sentido, en unos “apuntes que circulan entre los asesores del bloque mayoritario en la Cámara de Diputados” publicados el domingo pasado por el diario El Litoral se asegura que en el borrador del proyecto de ley oficial “no hay garantías de equidad ni ecuanimidad, con un grave antecedente que fue el reparto de los ATN de hace pocas semanas, que sólo fueron para los municipios y comunas del PJ”. En esa ocasión, las localidades gestionadas por el peronismo se llevaron el 76,45% frente al 6,24% del ex oficialismo.
Frente a los resultados del Programa de Fortalecimiento Institucional en 2019 parece una derrota digna.
Fuente: Gustavo Castro