(PR/Gustavo Brianza y Santiago Córdoba) El jueves 18 de mayo de 2023 la localidad de Chovet se vio conmocionada por el homicidio de Aldo Viscovich, histórico dirigente de Federación Agraria Argentina y con vínculos con Agricultores Federados Argentinos. El cuerpo del hombre, quien por entonces tenía 68 años, presentaba heridas de arma blanca y fue hallado por su hermano Tomás. El hecho ocurrió en la propia vivienda de Viscovich, ubicada a media cuadra de la subcomisaría de la localidad.
Este domingo, a un año, dos meses y diez días del hecho, se realizó la primera manifestación para pedir justicia por Aldo. La idea de realizar la concentración surgió de la biblioteca local, en coincidencia con la marcha federal para reclamar por la aparición de Loan Danilo Peña -el niño de 5 años que hace más de 45 días desapareció en Corrientes-, impulsada por la hermana Martha Pelloni, coordinadora de la Red de Infancia Robada. Pueblo Regional dialogó con su esposa, Patricia Rollán, y con el hermano de la víctima, Tomás Viscovich, para saber si hubo avances en la causa.
«Estamos a un año, dos meses y diez días y todavía no se sabe nada. La investigación parece que sigue, pero no tenemos ninguna novedad sobre el caso», comenzó diciendo la mujer, quien aclaró -desde su percepción- que «el móvil no fue el robo» porque lo único que faltaba eran dos armas. Asimismo, contó que «no hay personas detenidas y que nunca hubo nadie», aunque «se hicieron cantidades de allanamientos en el pueblo», pero sin resultados.
Consultada sobre si algún vecino o testigo vio ingresar o salir a alguna persona de la casa en la que mataron a Aldo, contó: «Según la autopsia, su muerte fue a las 7 de la mañana. Ese día (jueves 18 de mayo de 2023) los empleados comunales no trabajan porque, o sea, no estaban en la calle; los chicos sí iban al colegio, que entran alrededor de las 7.20, pero nadie vio o escuchó algo».
Respecto a lo que se encontró en la escena, Patricia afirmó: «Solamente la vaina del cuchillo con el que mataron a Aldo». «Sólo la vaina, el cuchillo nunca apareció», repitió.
Sobre por qué se esperó tanto tiempo para organizar la primera marcha reclamando Justicia, argumentó: «Al principio, estábamos shockeados con esto, porque entrar a matar a un hombre que tenía una parálisis y que le costaba movilizarse fue como agarrar a una criatura. No supimos de ningún problema que él tuviera con alguien para que ocurra algo así».
«Después, no la quisimos hacer porque al tratarse de un año electoral no quisimos mezclar lo que le pasó a Aldo con la política. Pasó el tiempo y desde la biblioteca nos hablaron como para hacer esta marcha para ver si se mueven las cosas y logramos poner preso al asesino», agregó.
A su vez, Rollán describió que «en el pueblo hay una serie de robos y cosas que suceden que nunca se terminan de esclarecer, entran en las casas, roban y se llevan bicicletas. Al poco tiempo que mataron a Aldo, ingresaron a una vivienda que queda a una cuadra y media de acá, también robaron un arma y nunca se supo nada. Desde la Fiscalía me dijeron que las cámaras que hay en el pueblo son pocas y algunas no funcionan». «Estamos en tierra de nadie, porque nadie nos cuida», subrayó.
En la misma línea, dijo que habla con Susana Pepino, la fiscal que lleva adelante la causa, y si bien la funcionaria judicial le aseguró que «investigan todo», aún no hay nada. «Esperemos que a partir de la marcha se pueda visibilizar un poco más el caso, que la Fiscalía no nos abandone, que sigan investigando porque tenemos que saber quién fue. Acá hay una madre de 95 años que quedó huérfana de su hijo, hay una hija que lo llora todos los días, su hermano, la familia. Entonces necesitamos que la fiscal no pare, que siga hasta descubrir y poner preso al asesino», recalcó.
«Queremos saber cuál fue el motivo, por qué entraron, o si no era para él, porque muchos hablan acá en el pueblo que hubo una confusión, aunque a mí me cuesta creer porque vinieron con la intención de matar a alguien y le tocó a él», completó la mujer.
Por su parte, Tomás, indicó: «Hasta ahora, lo único que sabemos es lo que nos dice la Fiscalía: que están investigando, pero ya pasó más de un año y no tenemos nada firme. El hecho ocurrió en un pueblo de más de 2 mil habitantes, en el que nos conocemos todos».
«Nos llama mucho la atención que con la cantidad de cámaras que hay, que ninguna haya captado nada y que, aparentemente, ese día no anduvieron algunas de ellas. De todas maneras, seguimos confiando en la Justicia, tanto mi cuñada, como yo, que soy el hermano, y toda la familia. Lo único que sé es que lo que pasó nos destruyó a todos como familia, sobre todo porque no se conoce el motivo. Igualmente, él no tenía problemas con nadie, no tenía deudas y nadie nos debía nada, somos gente del pueblo, de trabajo, nadie tenía ninguna actividad fuera de lo normal», amplió Tomás.
En la misma línea, añadió: «Si me preguntás si sospecho de alguien, no tengo nada que decir en contra de nadie y tampoco sospecho de alguien del pueblo. Si bien la gente habla de que se hayan confundido de persona, no tengo pruebas para afirmarlo».
Por último, comparó el caso del crimen de su hermano con la desaparición del pequeño Loan Danilo Peña, en Corrientes: «No hay nada firme, respecto a lo de Loan lo que se logró fue por los periodistas y la televisión, porque insisten y de a poco aparecen policías, políticos o personas implicadas. Acá estamos hablando de un asesinato a media cuadra de la comisaría y de la Comuna, en pleno centro de Chovet. Esperemos que haciendo visible lo de la marcha, aparezca alguna pista o avance la investigación».